1. Vacaciones en Cullera


    Fecha: 24/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos

    ... Ángel”.
    
    De nuevo, no transcurren ni tres minutos follándome cuando me vengo sin remedio en medio de jadeos, pero Zipi sigue follándome sin descanso en busca de un placer que él parece no tener ninguna prisa en que le llegue. Me da la vuelta y pongo mi culo en pompa y a su disposición. Apoyo las manos en el respaldo del sofá y a continuación me la mete de nuevo y retoma la follada, pero ahora lo hace con más ímpetu. El furor de los embates logra excitarme otra vez y empiezo a culear queriendo sentir los golpes de su polla dentro de mí. Por un momento creo que va a terminar, pero me equivoco. Me saca la polla y escucho un plof, después se sienta en el sofá a la espera de que lo cabalgue, pero yo quiero saborear su verga y me abalanzo sobre ella. La engullo como si no hubiera un mañana. Zipi está observando como la hago desaparecer en mi garganta y con ello parece que esté a punto de correrse con mi soberbia mamada, sin embargo aparta la verga de mi glotona boca para evitarlo y, al hacerlo, las babas caen de formando un hilo elástico de saliva que va desde la punta de la polla hasta mi lengua. Con la mano lo engancho y lo enrolló alrededor del miembro para embadurnarlo y lubricarlo. Quiere a toda costa que lo cabalgue y no me hago de rogar. Levanto una pierna, cojo su verga y me la encaro, a continuación, me dejo caer. El placer regresa y empiezo a saltar de forma rítmica en busca de mi segundo orgasmo. Noto su dedo haciendo incursiones en el pequeño agujero y siento un goce ...
    ... añadido, con lo que aumento la cadencia de mis saltos. El dedo se adentra por completo en mi ano y lo hace con facilidad porque está muy lubricado, con lo cual algo no me cuadra. Me doy la vuelta y me doy cuenta de que es Zape quien está dilatando mi ojete y no puedo dar crédito.
    
    Por lo que intuyo, parece ser una encerrona y no sé qué hacer, si enfadarme y largarme indignada o quedarme y que me folle también Zape. Desde luego opto por lo segundo. Estoy demasiado excitada para andarme con ñoñeces y decido seguirles la corriente, en consecuencia, Zape añade otro dedo a la dilatación y el placer aumenta de forma sustancial. Mientras tanto sigo con mi cabalgada intentando que mi clítoris roce con su pubis para obtener más placer, de tal manera que levanto un poco más el culo. No he hecho mucho caso a Zape mientras me dilataba el ojete porque he estado pendiente de mi placer, pero al notar que saca sus dedos me doy la vuelta reclamando mi relleno, aunque no tengo que esperar mucho para que se deshaga de sus pantalones y se aproxime a mí para rellenarme el culo de polla. Mientras intenta metérmela, me detengo para facilitarle la labor y con un empuje lento, pero continuo introduce toda la verga en mi culo, haciéndome gemir de gusto.
    
    He de decir que es mi segundo sándwich, el primero fue antes de conocer a mi marido en mis tiempos mozos, y también tengo que reconocer que lo disfruté salvajemente. Ahora, los recuerdos retornan y la sensación de sentirme empalada por dos pollas ...
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