1. Sumiso de la Señorita R


    Fecha: 23/04/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... en el cuerpo del perro. Luego inició un lento mete-saca mientras con su mano izquierda buscaba su clítoris debajo de su braga y comenzaba a frotarlo. – Mmmm, como voy a disfrutar dándote por el culo perro.
    
    Yo sentí como salía el tacón de mi culo, despacio, tal y como había entrado. Acto seguido me agarro fuertemente de los huevos y comenzó a apretar y a comenzó a dolerme. Me sentía como un trozo de carne, humillado y sometido a la férrea voluntad de mi ama y está cada vez apretaba más. Pronto el dolor empezó a mezclarse con el placer y disfrute con ello. Sentía mi polla reventar con la presión que mi dueña ejercía con hábil mano en mis genitales y al final pasó lo que tenía que pasar, que eyacule gota a gota.
    
    - Mira vicioso, como ha puesto todo, y sin mi permiso, sabes que significa esto, ¿no?
    
    - Si mi Ama, he incumplido una de las reglas.
    
    - Y vas a ser castigado por ello –dijo mientras abría un cajón de la mesa donde estaba subido y sacaba un arnés y un consolador. – Esto servirá para empezar. Limpia lo que has manchado mientras me preparo.
    
    Me giré y me puse a lamer el semen que había soltado. Mientras lo hacía, puede ver como Ella se quitaba las bragas y colocaba en su lugar el arnés, con un pequeño consolador para su propio placer y otro más grande para usarlo con su perro. Una vez armada con la polla de plástico se colocó delante de mí dejando el miembro a la altura de mi boca.
    
    - Chupa –fue su escueta orden y yo me puse a chupar.
    
    Sentí el trozo de goma ...
    ... hasta la garganta, me daban arcadas y no quería ni imaginar cómo iba a ser cuando me penetrara. Después de varias chupadas ella saco el aparato de mi boca y volvió a ponerse detrás de mi. Apoyó la punta en el ano de su perro y empezó a empujar.
    
    - Tranquilo, no te pongas nervioso, ya verás cómo te gusta.
    
    Lentamente la polla de goma se hundió hasta el fondo, pegando sus caderas a las mías. De mi boca se escapaban pequeños gemidos de dolor. Los que salían de la de mi ama eran de placer. Tan lento como había entrado la saco y después de un solo golpe de caderas la metió hasta el fondo. Yo chille y ella enfadada sacó el aparato de mí, se colocó a la altura de mi cara, le dio dos tortazos y recogiendo sus bragas del suelo me las metió en la boca para no oírlo más.
    
    - Ves, si es culpa tuya, mira cómo me has puesto. ¿Notas lo mojadas que están mis bragas?, ¿notas mi sabor? Y ahora calladito cabrón o será peor, disfruta sintiéndote poseído por tu dueña.
    
    Y de un solo golpe volvió a meterme el consolador por el culo y comenzó a follárme lentamente, sintiendo como a cada embestida se me clavaba el consolador de su coño y cuanto más profundo hundía la polla de goma en mi culo más profundo se hundía el otro consolador dentro de ella. Los gemidos de su perro salían ahogados por las bragas y lentamente fueron pasando del dolor al placer. Ella también gemía, llevaba todo el día esperando este momento, por fin estaba tomando posesión del cuerpo de su nuevo juguete pues su alma como ...
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