1. Sumiso de la Señorita R


    Fecha: 23/04/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... perrito, que seas educado. Bien pues, paga que nos vamos, se hace tarde. Quiero que me sigas, un par de metros por detrás. Tengo el coche en un parking aquí cerca. Cuando lleguemos iré a pagar y mientras quiero que te desnudes y te metas en el maletero. Dentro tienes una bolsa para que dejes toda tu ropa, no la vas a necesitar en todo el fin de semana, ¿estamos?
    
    Yo no contesté, solo asentí con la cabeza, estaba nervioso, nervioso y asustado. Ya no había vuelta atrás, los acontecimientos se sucedían uno tras otro a una velocidad que daba miedo. Observé como ella salía del local, sabía que quizás fuese ese el único momento que podría admirar a mi Diosa con total impunidad. No sé la imaginaba así, irradiaba una seguridad y una confianza en sí misma envidiable, era superior a todos y cada uno de los que se quedaron dentro del bar y ella lo sabía y disfrutaba con ello. Sin perder más tiempo pagué y la seguí, no deseaba perderla la pista entre la marea de gente que a última hora de la tarde andaba por la calle.
    
    La Señorita R salió del bar sin mirar atrás, sabía que yo la estaba admirando y lo hacía sin su permiso, luego se ocuparía de darme el castigo que me estaba ganando a pulso. Caminaba orgullosa entre la gente, estaba ansiosa por empezar cuanto antes. La docilidad y la predisposición de su nuevo perro la excitaba más de lo que quería reconocer. Se había vestido provocativa, como siempre que se encontraba en esa situación. Llevaba una falda hasta las rodillas, pegada a ...
    ... sus curvas y una chaqueta a juego que dejaba ver un generoso escote. Debajo del traje llevaba su mejor lencería, un conjunto de sujetador, tanga y liguero, todo ello de seda negra. También se había puesto unas medias negras y como no sus zapatos favoritos, negros, acabados en punta y con un tacón. Después de un par de minutos andando llegó hasta el aparcamiento, se acercó al coche para abrirlo y se fue a pagar.
    
    Mi nerviosismo iba en aumento, un par de veces creí perder a mi Señora, pero cuando la vi bajar por las escaleras del parking respiré aliviado. La seguí hasta el coche y mientras ella se iba yo abrí el maletero. Como ella me había dicho dentro encontré una bolsa de cuero negro. Mire a mi alrededor buscando a alguien que pudiese verme mientras me desnudaba, estaba asustado y el bulto que se marcaba en mi pantalón era una clara muestra de que además estaba muy excitado. Sin perder tiempo me desnudé. Fuera la chaqueta, la camisa, los zapatos, los calcetines, el pantalón y el reloj, todo a la bolsa. Había acudido a la cita sin ropa interior tal como ella me había ordenado. Eché un último vistazo, me metí al maletero y cerré.
    
    Ella observó todo desde una prudencial distancia quería ver si sus órdenes eran cumplidas. Desde su posición tenía una vista inmejorable de su sumiso, vio cómo se desnudaba y la tremenda erección que me gastaba. Estaba súper excitada, notaba su tanga mojado pegado a su sexo y una imperiosa necesidad de masturbarse se adueñó de ella. Cuando vio que ...
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