1. El regalo: Un antes y un después (Sexta Parte)


    Fecha: 29/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... él. Un ramo inmenso de coloridas rosas sobre un archivador y un portarretrato bien conocido por mí. En el suelo, cerca de una papelera de madera, una solitaria orquídea, casi ladeada. Allí era pero… ¿Dónde estaba mi esposa?
    
    La mujer se dio cuenta rápido de que yo pasaba de ella, aunque aún tuviera estrechada su mano con la mía.
    
    —Oops, Rodrigo, Silvia acaba de salir con don Hugo, nuestro jefe. Se debieron de cruzar por el camino. —Hice una mueca de disgusto que Amanda comprendió. —No te afanes, si quieres le puedo llamar al móvil para que se…
    
    —No se preocupe, está bien–. Solo pasaba por otra planta de esta torre a visitar un cliente. —Sabe usted si… ¿Demorará?
    
    —Humm, pues no lo sé con seguridad. Desde ayer por la tarde, acompaña a mi jefe para asesorarle sobre algo, unos regalos por motivo de su aniversario. Tal vez quiera que Silvia le ayude a escoger algo para su esposa después de que terminen de almorzar–. ¡Humm! entonces era casado. Buen dato, pensé.
    
    —Bueno Amanda muchas gracias. —Y me di vuelta rápidamente para no demostrar mi enojo. Pero escuché que su despedida fue con un… «Muy hermosas las rosas que le enviaste»–. Medio giré mi cabeza y sonreí. ¡Estúpida, no fui yo! —Eso quise decirle más no lo hice. Frente al elevador tomé mi teléfono y llamé al móvil de Paola.
    
    —Hola «rolito» precioso, todo bien por acá, ...
    ... descuida. —Gracias preciosa, ya voy para allá. Hazme un inmenso favor. En la agenda café del primer cajón del escritorio, en la tercera página en resaltador, está el nombre de un cliente que vive en las cercanías de Madrid. ¿Podrías hacerte pasar por mi secretaria y concertar una cita para mañana a primera hora?
    
    —¡Jajaja! por supuesto, pero me vas a tener que subir el salario o darme un rico besito. Te espero Nene, no demores, Bye–. Y nos despedimos. Me sonreí por aquel aumento solicitado. ¡Paola, mi rubia tentación!
    
    Las puertas del elevador a mi derecha se abrieron y del interior, con pasos apurados y tacones finos como una puntilla, de al menos diez centímetros, una mujer muy elegante, falda negra entubada por debajo de sus rodillas unos tres o cuatro dedos, figura delicada, cabellera de tintes cobrizos por debajo de sus hombros y simplemente llamativa por sus grandes y oscuras gafas de Dolce & Gabbana, ocultando sus ojos y un pañolón blanco terciado sobre sus hombros, que le hacían ver aún más majestuosa. Me introduje en el interior del ascensor y un instante antes de cerrarse las puertas, las detuve con mi mano izquierda.
    
    Pude escuchar la voz de la tal Amanda diciendo… —Señora Martha, que milagro tenerla por aquí, su esposo acaba de salir a almorzar. —Retiré entonces mi mano y las puertas se cerraron.
    
    Continuará... 
«12...891011»