1. ¡Qué bueno el lejano oriente!


    Fecha: 12/09/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Jim! 
    -¡Aaahhh! ¡Esto esss…la locura! – Jim podía gritar a toda boca. Kyomi se había levantado en cuanto sintió la situación de mi acabada, y fue atrás de mi culo. Esperaba que yo saliera para poner su boca.
    -¡Siiiii tesoro…! Ya salgo… - La saqué despacito y le di el lugar a Kyomi. 
    La carita de felicidad de Jim, era total. Fui a su boca, no solamente a besarla sino también a sorber los jugos de Kyomi que quedaban en sus labios.
    -¡Ay papi! ¡Qué lindo! ¡La felicidad total! – Jim estaba en el nirvana.
    Cuando Kyomi y yo terminamos esta faena, me tiré, literalmente me “tiré” en la cama, al lado de Jim. Kyomi se instaló del otro lado. Besos y caricias, caricias y besos… Tenía que recuperar mi respiración. El pecho bombeaba como si sacara petróleo. Las nenas estaban lo más tranquilas. Les quedaba rollo para rato. Sentía sus manos sobre mi piel. Todo hermoso. ¡Qué lindo es el sexo con estas nenas maravillosas!
    Ambas se entregaron a mamarme, con dedicación, como si yo todavía tuviera cuerda… ¡Pobre de mí! ¿Sobreviré? Busqué con la vista un sillón. A un costado había un hermoso sofá de un cuerpo. Vendría muy bien.
    -Chicas, ¿me dejan sentar en el sillón? Voy a estar más cómodo.
    -¡Si, claro! – Esa era Jim.
    -¡Así la lechita no salta hacia arriba y se desperdicia! - Kyomi siempre práctica y directa. Me hace acordar a Miriam, la hija de Lorena, también de su edad.
    	Al acordarme de Miriam, vino a mi memoria su orín en mi boca. ¿Lo podría hacer con estas nenas? ¡Sería grandioso! ...
    ... ¡Con las dos! 
    	Ya veremos.
    	Nos levantamos y me acomodé en el sofá. Las vería mejor. ¡Me gusta ver cuando me la maman!
    	Encantadas, las dos se arrodillaron frente mío. Se dedicaron con esmero a mi pija, riendo, como siempre. ¡Estaban contentísimas!
    	Se acariciaban y besaban entre ellas. La primera en llevar la poronga a su boca fue Jim. Mientras sorbía y lamía, Kyomi besaba los huevos y el tronco. Luego de un momento, con un beso previo de ambas bocas, se alternaron. Kyomi a mamar y Jim a los huevos. No había el menor desperdicio. Yo les acariciaba la espalda y el culo a ambas. Ellas compartían los hilos de saliva.
    Kyomi levantó la vista y sonriendo me lamía el glande…, luego… ¡adentro! Jim estaba con sus manos en el tronco y los testículos. Ambas reían y se turnaban. Jim me pajeaba mientras la hermanita lamía a toda lengua. ¡Jajaja! Las risas se mesclaban con los jadeos. En un momento, cuando Kyomi la tenía toda adentro, Jim la tomó de la cabeza y la empujaba y sacaba, largando la carcajada. Kyomi me liberó de la pija para respirar profundo. Jim reía. Yo gozaba. ¡Son únicas! Hicieran lo que hicieran, ambas me miraban y reían. Por momentos, sin dejar de pajearme, se besaban y sobaban sus propias tetas o las de la otra. No solamente les encantaba mamar sino también refregarse entre ellas. Compartían el glande entre lamidas y besos. Al estar agachadas, Kyomi, la más decidida, pasó la mano por atrás de su hermana y metió un par de dedos en su culo. Jim gimió de gozo. ¡Mi ...
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