¡Qué bueno el lejano oriente! - Relatos Eróticos

¡Qué bueno el lejano oriente!

Fue una noche maravillosa, como tantas otras, aunque Kirky luego fue a su dormitorio. Araceli muy contenta… ¡me tiene en exclusividad! Aunque no se queja para nada de la presencia de Kirky en nuestra cama y en nuestros juegos. ¡Su bisexualidad está completa!
-¡Qué linda que está la cabecita, mi amor! – Araceli está entre mis piernas acariciando el glande con su lengua. - ¡Rosadita y brillante!
-Está brillante por  tu saliva…
-¡Y también por tu juguito! No seas modesto. ¡Uy! Esta pija tiene gusto a la conchita de Kirky. ¿Qué estuvo haciendo allí adentro?
-¡Jajaja! A vos tampoco te resultó fácil estar fuera de la concha de la nena. – Trato de que “empatemos”. No sólo a mí me gusta Kirky… - Me encanta verlas como se besan, como se acarician, como hacen un hermoso 69…
-¡Sos un avivado! ¡Bien que aprovechás el culo que queda para arriba!
-¡Jajaja!
-¡Aaahh! ¡Mmmmm! - Ari seguía chupando. Pasaba la lengua a lo largo de todo el tronco. Se detenía golosamente en el glande. La lengua apretaba el agujerito. Luego succionaba, hasta introducírselo hasta el fondo. El placer no tenía límite. - Pero te cuento… Con Kirky nos ponemos de acuerdo…
-¿En qué?
-En quien va arriba. ¡Mmmmmm! – Se sacó la pija de la boca para poder hablar. - Quien va abajo…, o sea…, de quien es el culito que te ofrecemos.
-¡Jajaja! Vení, acomodate, quiero besarte, chuparte, lamerte…
Ari se acomodó…, los dos nos acomodamos. Se puso bien arriba, con la conchita justo en mi boca, y el 69 fue cómodo y ...

... confortable… ¡qué rica es!
-¡Nena, tesoro! ¡Vos también tenés gusto a la conchita de Kirky!
-¡Jajaja! No sé. ¿Por qué? 
-No te hagás la gila… ¿y la tijera que se mandaron?
-¡Cierto! ¡Cómo se mueve la loca! Te hace acabar enseguida…
-¿Viste que no soy sólo yo quien se refriega en la concha de la nena? – Entre lamida y lamida apartaba la boca y hablaba. - ¡Ahora voy a llegar a tus jugos auténticos!
	Abrí los labios mayores con mis dedos y metí mi nariz en la vulva. ¡Qué hermoso olorcito! Una almejita de la más hermosa playa del mundo. ¡No existe ningún aroma mejor que la de la concha de la mujer que te gusta! Levanté un poco la cabeza, abrí los glúteos con mis manos, y llegué al rosado y arrugado anito. Araceli es notable. ¡A pesar de las veces que la enterré por el culo, lo conserva como si fuera virgen! Volví a los labios internos. Los acaricié desde el perineo hasta llegar al clítoris. Me relamí por el placer de tenerlo con mis labios y sorbí. ¡Me lo quisiera tragar si pudiera!
-¡Aaaaahhh! - Ari se estremeció y se apretó contra mi boca, inundándome con sus fluidos.
-Ya está, ahora tus jugos tienen gusto a vos. - Dije cuando pude volver a respirar.
-¡Jajaja! ¡Mmmmmmmmm! ¡Ahora me toca tu lechita!
No había duda. Sus lamidas, sus labios… y sus besos, activaron la eyaculación.
-¡Aaaaggggg! ¡Mmmmmaaggg! – Ahora es Araceli quien se queda sin respirar.
El primer chorro debe haber llegado directo a la garganta. Sentí que Ari me agarró el choto con la mano para que no fuera tan al ...