1. ¡Qué bueno el lejano oriente!


    Fecha: 12/09/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... la facu y el bufete, ya tuvieron la experiencia. – Jim detallaba sus “conocimientos”. - Y les gusta mucho. Al principio duele un poquito…, me dijeron…,  pero luego les gustó mucho, y cada vez que están con un chico, se la hacen dar por allí.
    -Bueno…, la verdad… no lo tenemos tan virgen… - Kyomi aclaraba.
    -¿Cómo? 
    -Aclara por favor, Kyomi… - Jim se apoyó en un codo para mirar a la hermana.
    -Lo que quiero decir…, es que…, como queremos que contigo sea todo perfecto…, bueno…, me da un poco de vergüenza…
    -Yo te lo digo… ¡Practicamos entre nosotras con consoladores!
    -¡Para aprender a relajarnos!
    -¡Jajaja! ¡Aprestamiento deportivo! ¿Cómo quieren ponerse?
    -¡Cómo tu quieras!
    -Ustedes ponen el culo… ¡así que ustedes eligen!
    -Pero… tu pones la verga… ¡también tienes derecho a elegir!
    -Está bien. Tesoro, ponete en cuatro en el borde. –Se lo indiqué a Kyomi. Abrite bien los cachetes…
    	La nena, presto se “instaló”, y con ambas manos abrió bien el orto. Jim, arrodillada sobre la cama, miraba con interés… y deseo…
    	Me agaché y lamí con mucha saliva. Metí la lengua en el ojete.
    -¡Aaahhh…! – Kyomi gemía tan alto, como si estuviéramos en el medio del desierto.
    -Jim, tesoro, podés jugar haciendo lo que te guste… - La hermana mayor se bajó y se arrodilló entre mis piernas. Me acarició y me chupó los testículos. ¡Gran maestría de su parte!
    	Kyomi puso bien en punta el culo. ¡Bien alto! Le apoyé el glande en el agujerito y apreté…, y se me dobló la pija…
    -Bueno…, tan fácil no ...
    ... es…
    -Es que los consoladores son chiquitos…, para no agrandar demasiado el hoyito…, y también para que tengas que trabajar un poquito…
    -¡Jajaja! – Abajo, entre mis piernas, Jim se reía.
    	Me agarré la pija con la mano y la volví a colocar. ¡Ahora sí! El glande comenzó a entrar…
    -¡Aaaahhh, ayyy…, empuja fuerte! ¡Más, más! ¡Métela más! – La nena estaba a los gritos… - ¡Aaaahhhmmmm! ¡Síííí todaaaa! ¡Hasta el fondooooo!
    	Había llegado al fondo. Jim besaba y chupaba los huevos, bien pegaditos a la concha de la nena, y… supongo, pues no veía, también pasaba su lengua por la chucha de la hermanita. Muy despacito retiré la pija hasta aparecer la cabeza en el agujerito. Volví a entrar. Metía y sacaba. Sus tetitas se movían rítmicamente junto con mis empellones. Sus manos apretaban la sábana y giraba su cabeza, apoyada en la cama, para mirarme con su mejor sonrisa. ¡Éramos tan felices! Pensaba, en la medida que podía pensar, como contenerme para no acabarle dentro, pues sino, luego, no iba a poder coger a su hermana, que deliciosamente me chupaba y besaba los huevos, incluso me lamía el tronco cuando salía. Esperaría hasta que Kyomi tuviera su orgasmo. Luego iría por Jim. 
    -¡Qué hermosa tenés la verga, mi amor! ¡Cómo me gusta! – Kyomi gozaba a lo loca…, y yo a lo loco! -¡Aaahhh! ¡Me corrooooo! ¡Aaaaayyyy! ¡Sííí! 
    	Clavó sus dedos en la cama. Se sacudió desde los pelos a los pies. Reculó casi hasta meterse mis huevos adentro…, y largó todo lo acumulado. Jim, sin dudar un segundo, puso ...
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