1. Por herencia


    Fecha: 02/08/2018, Categorías: Primera Vez Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuando te conocí, hasta pensé que eras gay. Ok enséñame. —¿Qué te enseñe quiero? —Tu verga, enséñamela. —¡NO! —mírame, estoy sonriendo de nuevo. —Además tú no contestaste mi pregunta. —Ayer, con mi suegro. —¿Qué? —Si, creo así pago la renta y además lo hago como obra de caridad. Ahora enséñame tu verga. Se acercó hasta mí y froto mi verga por encima del pantalón. Yo estaba petrificado, pero ella seguía, hasta que obtuvo respuesta y un bulto sobresalía en mi entrepierna. —Dos de las muchas enfermeras que tuvo mi marido se enredaron con mi suegro. Pero siempre acaba solo y estafado. Y pues varias veces lo vi cogiendo en la sala. Mientras se suponía que yo estuviera durmiendo al lado de mi esposo. Les daba hasta cinco mil pesos por tener sexo. Me decía todo esto mientras su mano seguía sobando suave y pausadamente mi verga. —Así que un día lo interrumpí a medio acto, mande a volar a la enfermera. Mi suegro estaba a media sala enojado y avergonzado. Así que le dije. Me da los billetes y nos vamos acomodando. Que ya no soporto ver cómo lo roban estas hijas de puta.
    
    —Entonces, ¿no te obliga? —No seas tonto. El viejo solo tiene pinta de malo. En el fondo es un dulce. Y a veces basta con unas mamadas de verga de camino a la oficina. —Mira que yo decía de broma lo de la herencia, pero esto es el premio mayor. Estrella bajo el cierre de mi pantalón y lucho hasta conseguir que mi verga se asomara. —Pero mira tu, esto no está nada mal. Y lleva una eternidad encerrado. Para ese ...
    ... momento, yo estaba ya sin habla. Y comenzaba a sudar frío. —Vamos a ver qué tal sabe. Me tumbo en el sillón y se sentó a mi lado. Sentía su aliento sobre mi. Su cabeza fue bajando poco a poco y yo no sólo no me lo creí. Estaba aterrado. Cuando su boca se fue llenando mi ritmo cardiaco se aceleró más. Cerré los ojos mientras una carga de semen salía casi de manera inmediata. Pero estrella no se apartó. Por el contrario, trago todo mi semen e incluso siguió mamando un poco más. —Práctica es lo que necesitas. Me dijo mientras se dirigía al baño. Yo estaba ahí suspendido en el tiempo. Hipnótico ante todo lo sucedido. —Ya lo puedes guardar he! —¿perdon? —Que ya puedes guardarte la verga, y por favor quita esa cara. Tenemos que conseguirte una novia pronto. Yo seguía sin poder hablar, Estrella tomó su bolso y la laptop y abrió la puerta. —¿Entonces? ¿Me llevas o pido un taxi? —No no, vamos yo te llevo. —Pero guárdate ya la pinga. O tus vecinos te corren del edificio.
    
    —Mira, la cosa es así Fausto. No lo hago por dinero, el viejo me causa lastima y un poco lo quiero. Como un padre o algo así. Le debo mucho y tú. Eres el único que no me trata como la puta del jefe. Y por dios tantos años sin sexo! —Soy un perdedor… —Para con eso que la más sexy se acaba de tragar tu semen. Así que no sé qué fuiste. Pero hoy no eres un perdedor. Déjame aquí, camino las siguientes dos calles.
    
    Yo, quería gritárselo al mundo, contárselo a alguien. Pero no tenía a ningún amigo. Así que lo guarde para mí. ...
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