1. Por herencia


    Fecha: 02/08/2018, Categorías: Primera Vez Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... comedor, los chicos giraban la cabeza para verle el culo. Vestía de negro, con una falda arriba de la rodilla, y sus largas piernas hacían aún más espectacular su paso.
    
    —¿Otra vez todos mirándome el culo? —Sabes que si…
    
    —Al paso une vamos, en unas semanas me acostumbro, hasta puedo sentir sus miradas. —¿Porque yo? —¿Porque tú que? —Si si, ¿porque desde el primer día decidiste comer conmigo. Ser mi…?
    
    —Tu amiga…? —Completo la frase al tiempo que fruncía el ceño. —Porque tú me veías a la cara ese día. Porque casi todos los hombres se acercaron a querer sacarme platica, menos tú. Y porque cuando entre al comedor, solo estabas en esta mesa. Pensé que te haría bien un poco de compañía. Pero, si ya te molesta yo puedo…
    
    —No, solo que, como casi todos me toman por un idiota. De pronto la mujer más sexy de la oficina, viene y se sienta conmigo. Hasta que termine la frase, me di cuenta que mencione ”la mujer más sexy“ mierda. Ahora soy uno más de los misóginos de la oficina. —¿La más sexy? Digo, toma en cuenta que somos solo cinco mujeres aquí. No es como que sea ”sexy“ solo la más joven, creo. Además Elsa es muy guapa y Laura, dios ese culo esta fantástico a pesar de estar cerca de los cincuenta años.
    
    —Ahí está! —¿Qué cosa? ¿Estás más chiflado que antes?
    
    —Es la primera vez que te veo sonreír. —¿De verdad? No lo había notado. Y no sabia que te fijabas tanto en todo. ¿Qué más tienes en la libreta detective?
    
    —Hoy te vi bajar del auto de Don… —Si, es mi suegro. Dijo ...
    ... con desgano. —Digo, ya no lo es pero sigo viviendo en su casa. Si quieres, esta tarde en tu casa te platico un poco más de mi interesante vida. Ya que tanto te intriga. Se levanto y se fue, nuevamente veía como todos volteaban para verle el culo.
    
    Por la tarde me contó que en cuanto supo que su marido estaba en face terminal. Su suegro le pidió que se fueran a su casa a vivir. Incluso contrato una enfermera particular y no escatimó en gastos. A pesar de saber que la muerte llegaría de manera rápida inevitablemente. Cuando su esposo falleció Estrella no tenía a donde ir. Sus padres ya no vivían y no tenía parientes, al menos no tan cercanos como para darle asilo a una viuda. Así que tuvo que aceptar seguir viviendo con su suegro y además, trabajar para el.
    
    —Pues mira tu, el hijo le deja como herencia a este monumento. —Ya basta de decirme cosas. —Oye, la última pregunta.
    
    —Solo una y no respondo más. Me dijo mientras cerraba su laptop. —¿Hace cuanto que no tienes sexo? —¡Mira qué tú te vuelas la barda cada qué abres la boca!
    
    —Ok, olvídalo. —No no no, te contesto. Pero primero dime tú. Hace cuanto, en lo que llevamos trabajando juntos nunca a sonado tu teléfono, no tienes redes sociales, no vas a fiestas. —Soy un perdedor. Lo sé. Le dije encogiendo los hombros y agachando la mirada. —¿Cuánto? —No se. —¿Como que no sabes cuando tuviste sexo? —Creo que con mi novia de preparatoria. —Y tienes treinta y…? —Treinta y cuatro. —¿Llevas casi la mitad de tu vida sin sexo? Bueno, ...
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