1. Amante a Los líos


    Fecha: 21/07/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: wastedLalo, Fuente: SexoSinTabues

    ... tropezó y cayó de bruces. La mujer se detuvo y la miró furiosa. Retrocedió un par de pasos y pateó a la muchacha con sus bonitos zuecos. No dijo una sola palabra. Se limitó a pegarle y luego siguió arrastrándonos. —¡ Johana! — oí una voz dulce pero firme y la mujer se detuvo como si se hubiera quedado paralizada. De detrás de un seto salió otra mujer. Una señora de unos veinticinco años, muy guapa, muy elegante. La tal johana tiró de nuestras correas y nos obligó a arrodillarnos. Era evidente que se trataba de una de las señoras de la casa pues Johana también se arrodilló. —Son los nuevos esclavos, Johana? — le preguntó la señora. —Sí mi señora— musitó Johana con la cabeza prácticamente pegada al suelo. Yo me quedé de rodillas, inmóvil y mis ojos se clavaron en los elegantes zapatos de tacón que calzaba la señora —Lávalos bien… y cuando estén adiestrados e instruidos los traes a la casa para que los veamos. —Sí mi señora — respondió johana temblándole la voz. La señora se alejó. Permanecimos un tiempo prudencial de rodillas mientras oíamos el taconeo alejarse y después proseguimos la marcha. Llegamos a la parte trasera de la mansión. Era una casa de tres pisos y detrás de sus muros adiviné uno o más patios porque por detrás de ellos se alzaban las copas de varias palmeras. Se trataba de una casa rica,. Me fascinó la gran cantidad de ventanas y celosías que podían verse en sus altas paredes. La puerta de las cocinas estaba abierta y por ella entraban y salían algunas ...
    ... esclavas. Por fuerza habían de serlo porque todas llevaban el collar de esclavitud que nos distinguía de las personas libres. Johana nos entregó a una muchacha más joven y le encargó que nos lavara y depilara. —Cuando acabes los instruyes en lo básico. La instrucción duró cuatro días. El primer día nos lavaron con agua helada y restregaron nuestros cuerpos con cepillos de púas de alambre hasta hacernos saltar la piel Deshollinaron nuestros agujeros y cavidades para dejarlos limpios, quemaron nuestras ropas y finalmente nos pusieron tobilleras y empulgueras de cuero que contaban con anillas. —Ponganse las manos a la espalda — nos ordenó Alicia , la muchacha a la que había encargado johana nuestro adiestramiento. Con gran facilidad unió las anillas de nuestras muñequeras y quedamos con las manos esposadas a la espalda. Alicia soltó una risita divertida. —Práctico, verdad? — dijo y con la misma facilidad que nos había unido las muñecas las desunió. Me fijé que Alicia también calzaba zuecos negros, como los de johana . Eran bonitos y su suela de madera producía un hipnótico ruido al caminar, parecido al de los tacones de los zapatos de mujer pero más sordo. Alicia vio que me fijaba en sus zuecos. — Ustedes son esclavos-mascota, perros, y por tanto siempre iran totalmente desnudos y no tienen derecho a llevar zapatos, de ningún tipo. Ahora vengan de rodillas que os explicaré lo básico — dijo con su voz dulce y volvió a dejar escapar una risita. Mi compañera, que se llamaba belén , y yo, ...
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