1. Trío inesperado de Cornelio


    Fecha: 31/05/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos

    ... ilustrado que tenía diversas posiciones sexuales con breves textos en alemán. Seguí viendo las fotos y escuché el sonido del teléfono, que al parecer contestó pues escuché otra vez sonidos que no alcanzaba a entender y ya no quise levantarme para evitar que descubriera mi intromisión, además las modelos del libro estaban muy bien y me imaginaba a Stella en cada posición de coito. Pasaron más de veinte minutos y ella salió, sorprendiéndome entretenido en mi lectura.
    
    –¿Lees el alemán? –me preguntó, reconociendo el libro.
    
    –No, pero sólo estoy viendo los “monitos” –contesté sonriendo y al levantar la vista me quedé estupefacto: vestía provocativamente.
    
    Su vestido color marfil, largo, de una pieza, muy pegado y abierto por el lado izquierdo; con escote amplio en la espalda y al frente, evidenciaba que no traía sostén. Zapatos de tacón alto, medias transparente de su color de piel, y una tanga pequeñísima porque parecía no traer ropa interior. Para rematar, su maquillaje que era discreto, resaltaba la belleza de su cara y usaba un perfume sumamente excitante, ¡como si ella necesitara de feromonas adicionales!
    
    –Serán las “monitas”, o más precisamente: los “monitos” de las monitas” –dijo quitándome el libro de las manos, “está celosa”, pensé. Pero se puso a hojear unas páginas del final y, abierto en ellas, me regresó el libro– ¿Te gustan éstas?
    
    Miré las fotos, el capítulo tenía sólo fotografías de tríos con dos hombres y una mujer, se titulaba simplemente “MFM”. Sin ...
    ... contestar, me puse a hojear lo que me había seleccionado y añadió: “Apréndete algunas, si es que quieres hacer lo que yo diga”, en alusión a lo que le había dicho antes de empezar el morreo, y a lo que se me esperaba…
    
    Una vez que reaccioné del shock, al ver a Stella tan deseable y frente a mí, extendí mis manos hacia su cintura y traté de besarla, pero se retiró de inmediato.
    
    –¡Espera, él no tardará en llegar! –me dijo como explicación– Recuerda que tú quisiste quedarte y hacer lo que yo dijera. Él aceptó que estuvieras también con nosotros.
    
    –Pero yo quiero amarte también –le dije, recordando la vez que, escondido en el closet, me desesperé cuando vi que otro le hacía el amor, mientras yo veía la escena con el pito parado. (Esto está en “Echar leche después del amante”.)
    
    –Si ya viste bien cómo es la mejor manera de hacerlo en compañía, seguramente así será –dijo señalando el libro– Al rato podrán hacerlo juntos –me indicó Stella, y en ese momento sonó el timbre de acceso. Stella contestó en el interfono y permitió la entrada de… ¡No le pregunté quién era!
    
    –Espero que seas atento, no es necesario que te comportes amigable, pero sí amable –me dijo antes de preguntarle a quién esperábamos.
    
    –¡Hola, pasa! –dijo Stella al sujeto quien, el igual que yo, se había quedado pasmado al verla. Ella sonrió y le dio un beso para que se repusiera, que resultó contraindicado porque él lo transformó en uno ardiente cuando la abrazó y le metió la lengua en la boca, al tiempo ...
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