1. Trío inesperado de Cornelio


    Fecha: 31/05/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos

    ... que bajaba una de las manos hacia sus nalgas.
    
    –¡Estás hermosísima Tellita! –dijo cuando ella logró separarse del abrazo.
    
    –Sí, ¿verdad? ¡Eres un desesperado! ya me despintaste los labios! –le dijo y tomó una servilleta para limpiarle la boca.
    
    Mientras ella le limpiaba, volteó a verme y me di cuenta que él tampoco preguntó con quién estaría compartiendo a su mujer, pues se sorprendió al verme; quizá esperaba la presencia de otro tipo tan consuetudinario como él a las caricias de Stella. Ya nos conocíamos pues coincidimos un par de veces cuando fui a recoger o a dejar a mis hijos. En realidad, lo conocí antes por sus artículos de fondo y de opinión en algunas revistas y diarios. Sabía que él era casado, de mi edad y se llamaba Ociel, pero como a Stella le había gustado, ella lo sedujo y ahora estaba convertido en un esclavo más de los seis labios y el par de tetas de mi exesposa. Como se quedó callado por el asombro de verme, tuve que tomar la iniciativa, siguiendo las instrucciones que Stella me dio: ser amable.
    
    –¡Hola, buenas noches! –le dije acercándome y extendiéndole la mano para saludarlo.
    
    –Buenas noches… –susurró, sin dejar de verme ni salir de su asombro.
    
    –¿No lo conoces? Es el papá de mis hijos –le dijo Stella, a manera de presentación.
    
    –Yo pensé que ya no… –insistió en su asombro.
    
    –Sí, ya nos divorciamos, pero tú sabes, Stella es adictiva, aún para los que tienen quien los ame –dije, a manera de explicación, y Stella mostró un mohín de ...
    ... desagrado por mi comentario cargado de mala leche.
    
    –Lo que pasa es que mi ex se quedó prendado de mí y de vez en cuando nos divertimos, ya sabes que soy magnánima. ¿Quieres tomar algo, mi amor? –le preguntó Stella quitándole el saco y me lo dio para que lo pusiera en el perchero, me ordenó “Cuélgalo”, sin quitar la vista de su amante.
    
    –Sí, Tellita, vino tinto estará bien –contestó Ociel y ella me pidió que abriera una botella.
    
    –¿Alguno en particular? –le pregunté y nombré algunas de las marcas que había en la cava.
    
    –El que sea… Un merlot –precisó.
    
    –¡Con mucho placer! –contesté y saqué un botella–. También este gusto compartimos– dije al abrirlo para que se aireara. No supo qué contestar y por fortuna Stella no me escuchó pues había ido por unas copas.
    
    Platicamos un poco, traté de evitar la mala leche de mis palabras, después de todo, sería la segunda vez que tendría un show pornográfico y debería agradecerlo, pues la primera vez, ya te conté que escondido en el clóset vi a mi aún esposa Stella coger con su amante Carlos, y me excitó muchísimo.
    
    Stella puso música para bailar y nos la fuimos turnando, uno se la pasaba al otro y en poco tiempo el otro la regresaba al uno. Los manoseos y los besos estaban calentándonos. En cada cambio de pieza nos quitaba una o dos de las prendas de vestir a cada quien, pero ella no se quitó ni los zapatos.
    
    Cuando quedamos encuerados, puso un largo tango, sabedora de que yo no lo sé bailar, jaló del pene a Ociel para sacarlo a ...
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