1. Hay cosas que nunca cambian


    Fecha: 25/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos

    ... por un momento para coger un gel lubricante de un cajón.
    
    —Ya veo que este es tu picadero. Tienes todo lo necesario —le dijo Carmen mientras contemplaba como se embadurnaba la polla con el gel.
    
    —Nunca se sabe quién puede entrar por la puerta.
    
    —¡Qué cabrón que eres! —dijo, a la vez que notaba como le metía el tubo del gel en el ano y lo descargaba.
    
    —Ya lo tienes. Ahora viene la tuneladora —le advirtió con socarronería.
    
    —Ve con cuidado y no seas animal.
    
    —¿Cuánto hace que no te follan por el culo? —le preguntó mientras jugaba con el pequeño orificio.
    
    —Veinte años. El último fuiste tú.
    
    —¡Joder! Qué desperdicio.
    
    —¿Tu marido no te ha enculado nunca?
    
    —No, nunca me lo ha propuesto.
    
    —¡Joder! Pues pídeselo tú. No seas remilgada.
    
    —¿Vas a interrogarme o a follarme? Me tienes con el culo en pompa.
    
    —Qué zorra que eres, Carmen. Ahora verás.
    
    —Jordi paseó el glande por su ano embadurnado con el gel y Carmen evocó sensaciones placenteras hasta que le hundió la punta en una primera estocada.
    
    —¡Cabrón! —se quejó Carmen al notar como el intruso se abría paso en su esfínter.
    
    —¡Coge aire Carmen! Ahora viene lo mejor.
    
    Seguidamente, con un golpe de riñón su polla avanzó hasta incrustársele la mitad y otro grito se le escapó.
    
    —Te has vuelto muy quejica —le dijo mientras iniciaba un bombeo lento, pero más continúo dentro de su ano.
    
    —Eres un cabrito.
    
    —¿Quieres que te la saque, Carmen?
    
    —No. está empezando a gustarme —se sinceró a la vez que ...
    ... la verga entraba y salía del pequeño orificio.
    
    —Qué puta que eres. Pídeme que te folle más fuerte.
    
    —Sí, más fuerte y más rápido. ¡Métemela toda, cabrón!
    
    —¿Qué diría tu marido si te viera ahora pidiendo polla?
    
    —Deja a mi marido en paz y fóllame. Hablas demasiado mientras follas.
    
    —Así me gusta, que no te cortes y que disfrutes.
    
    Carmen movía sus caderas queriendo sentir todo el puntal y Jordi arremetía queriendo levantarla del suelo con cada pollazo, mientras los sonidos del chapoteo en su ano, junto a los golpes de cadera y los jadeos se entremezclaban envolviendo la habitación en una sinfonía sexual.
    
    Carmen deslizó su mano para acariciarse el clítoris, y al mismo tiempo que Jordi la enculaba ella acompasaba alternando gritos y gemidos.
    
    —Quiero que te corras, zorrona. ¡Mueve tu dedo mientras te enculo!
    
    Carmen gritaba como nunca con aquel placer olvidado, y a pesar de haberse corrido dos veces, creía estar en disposición de volver a hacerlo una tercera si seguía atizándole el ojete con el mismo ímpetu. Los embates de la polla en su interior presionaban la vejiga y cuando advirtió que el orgasmo asomaba, su dedo aceleró el empuje sobre su clítoris, haciéndole explotar en un potente clímax al que le acompañó otro squirting entre gritos y jadeos que rebotaban en las paredes del local. Instantes después Jordi explosionaba en su esfínter resoplando como un toro en celo hasta que paulatinamente los gritos y jadeos fueron remitiendo y Jordi se dejó caer encima ...
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