1. La infiel Eli


    Fecha: 14/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... logré situarme pude ver a Eli de pie junto a la ventana de la habitación, desnuda, hablando por teléfono:
    
    -No, estaba dentro de un bar y no me dio tiempo a descolgar. –Hablaba con su marido-. Me lo estoy pasando genial. Ahora estoy en la calle porque en el bar con la música no podía hablar. Esta noche iremos a cenar y mañana será el cumpleaños…. Un beso… Adiós.
    
    Me giré sobre la cama y comprobé que estaba húmedo. La corrida se había salido del coño de Eli y había mojado las sábanas:
    
    -¿Has visto qué hora es? – Me preguntó.
    
    -Ni idea, pero habrá que hacer algo.
    
    -Yo de momento me voy a duchar que me has dejado toda pringada.
    
    Eran casi las 8 de la tarde, habíamos dormido mucho y ni siquiera habíamos comido, así que la cuestión era recomponerse y salir a cenar algo. Yo esperé a que ella terminase en la ducha para entrar.
    
    Pese a los gritos que Eli había dado mientras follábamos nadie en recepción nos hizo alusión lo cual no quería decir que no lo hubiesen oído. Preguntamos algún lugar para cenar y nos indicaron. Dimos una pequeña vuelta por los alrededores del hotel, entramos a cenar donde nos habían aconsejado y charlamos de nuestras vidas. Ella me comentó que sí quería a su marido. Era un hombre bueno pero a cierta edad se necesita alguna motivación extra. Antes o después los matrimonios caen en la rutina y no hay nada peor que el tedio. Esta infidelidad incluso le podría venir bien a su relación… Después de cenar estuvimos en un pub tomando unas copas y sobre ...
    ... las 12 nos volvimos al hotel.
    
    Durante las copas volvimos a calentarnos. Nos estuvimos besando y tocando de manera que salimos rápido para la habitación. Nada más entrar abracé a Eli por detrás y comencé a comerle el cuello, le agarré las tetas y contra la pared comencé a desnudarla mientras recorría su espalda con besos. Fui descendiendo por su columna y me arrodillé tras ella para, después de quitarle el pantalón mordí sus glúteos. Sus suspiros me animaban a seguir y así fui separándolos y comencé a comerle el culo metiendo la lengua dentro de su agujero. Tras unos minutos la volteé y comencé una sesión de sexo oral que ella agradeció con gemidos de placer. Con una pierna sobre mi hombro podía acceder a aquel triangulo rizado del que manaba néctar dulce. Libé con mi lengua aquel líquido hasta extraerlo directamente del interior de la vagina para untarlo con mi lengua sobre su clítoris provocando descargas de electricidad desde su espina dorsal hasta su cerebro. A Eli casi le temblaban las piernas y tuvo que apoyarse en mi cabeza para no caer.
    
    A punto de llegar al orgasmo la lancé sobre la cama. Frente a ella me desnudé. Sentada sobre el filo de la cama la ofrecí mi erección y ella comenzó a lamer con ansias. El movimiento de su cabeza hacía que mi polla se perdiese en el interior de su boca para volver a resurgir totalmente mojada de su saliva.
    
    Cuando entendí que ya había tenido su buena ración la hice colocarse a cuatro patas ofreciéndome una inmejorable vista de ...
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