1. Mi prima se viste de novia (Capítulo 5)


    Fecha: 05/02/2023, Categorías: Incesto Autor: Usuario PsyExA, Fuente: CuentoRelatos

    ... una situación que sabía manejar muy bien. Jamás debería mostrarme desesperado ante ella. No importa quién sea, ni cuánto me lata la pija cada vez que la vea. Si existe una chance de comerle la concha a una mujer como ella, tu mejor aliada es su imaginación. Su intriga, su inseguridad y su sensación de que todo depende de ella, siempre terminarían jugando a tu favor.
    
    Estaba seguro de que Julia en ese momento sintió temor de que nunca pasaría nada más entre nosotros. Podía prácticamente leer su pensamiento en ese instante: coger con su primo estaba mal, era incorrecto, pero ¿qué carajos iba a hacer con su deseo? Si el ser, encima, un deseo prohibido (estaba convencido) la excitaba aún más. ¡Y para colmo de males contaba con mi aprobación!
    
    Allí su imaginación entraría a jugar para mi equipo. ¿La estaba rechazando? ¿Estaría yo pensando que ella era una trola cualquiera? ¿Estaría ella más interesada en coger conmigo, que yo con ella? Y lo más importante: ¿Sería ésta la única chance que tendría a su alcance para cumplir su fantasía? Una mina nunca deja esas preguntas sin contestar por una sencilla razón: su inseguridad, ante dos opciones, la haría imaginar la peor. Si o si, por su propio orgullo, estaban obligadas a conocer las respuestas reales. Sea como sea, cueste lo que cueste.
    
    Si todo dependía de ella, con el tiempo, además de libertad de decidir, sentiría una profunda responsabilidad. Tan profunda que se convertiría en temor. En no saber qué hacer. Tener el control ...
    ... ya no le resultaría tan cómodo e, inconscientemente y poco a poco, me lo iría delegando a mí. Ese es, sin ninguna duda, el primer signo que muestra una persona cuando se entrega a otra. Dicho de otra forma: eso finalmente haría que mi prima se me entregue.
    
    Sé que este punto pudo haber sonado ofensivo para algunos de ustedes. No sólo ofensivo sino que manipulador y machista también. Pero déjenme aclararles dos cosas.
    
    La primera: no estoy generalizando a todas las mujeres. Solo revelo la táctica que creí conveniente usar para entrar en la concha de mi prima, que había probado en situaciones anteriores, en otro tipo de relaciones y que me había dado buenos resultados. Una táctica que ni siquiera había inventado yo: guerras enteras se habían ganado a lo largo de la historia de la humanidad gracias a los líderes que supieron cuando retroceder para que el enemigo entre a la zona que ellos querían, donde vencerlos sería mucho más fácil.
    
    Y la segunda: ese enemigo ya no era su consentimiento. El enemigo era un prejuicio. Una norma social a la que ya no le encontraba sentido alguno. El enemigo, en ese momento, se merecía mi manipulación, porque me parecía hasta desagradable. Que una sociedad te condene o que una institución parecida a una empresa cuyo logo es, ni más ni menos, que un arma de tortura, te amenace con mandarte al infierno por el sólo hecho de desear algo que ellos consideraban incorrecto, era una manipulación mucho peor. ¡Ni un pelo se me movería por jugar a su ...
«1234...8»