1. Memorias inolvidables (Cap. 10): Segunda vez con José


    Fecha: 24/01/2023, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... que de nuevo se corrió y su fruto lo recogimos entre las dos bocas. Al final nos fundimos en un beso catando la leche de Eduardo con sabor a la de Juan. Mientras tanto todo mi culo se había abierto saliendo las dos lefas mezcladas sobre la toalla.
    
    Nos sentamos a ver una peli de las que tenía por allí José. No era porno, sino de humor y nos reíamos a gusto hasta llegar a olvidarnos de nuestra desnudez. Los tres teníamos las pollas lánguidas y caídas. Tanto fueron nuestras risas y habían pasado como dos horas que apareció por allí José y nos alegramos los tres de verlo entero. José estaba como sonámbulo y dijo que tenía hambre. A los tres nos pasaba lo mismo. Fuimos con cuidado a la cocina sin hacer ruido, además estábamos los cuatro desnudos, aunque casi no nos dábamos cuenta, recogimos unas cosas de comer y unas cervezas y nos las llevamos al salón de José. José no quiso cerveza y se trajo una botella de agua mineral con gas.
    
    Comimos y luego decíamos de ir a dormir, pero José dijo:
    
    — Mejor nos quedamos un rato más que hoy yo aún estoy virgen.
    
    — Eso, eso, también tiene derecho, —dijo Juan.
    
    Eduardo los hizo callar y dijo:
    
    — Me parece bien, pero Ismael y yo queremos ver vuestra capacidad de acoplamiento. Es el momento de que os pongáis los dos en acción. Aquí sobre la alfombra os hacéis el amor como queráis y luego nos vamos los cuatro a dormir en la cama de José.
    
    A los tres nos pareció la idea de Eduardo estupenda. Nos repantigamos en el sofá Eduardo y yo, ...
    ... mientras Juan se tiró al suelo, se tumbó de espaldas a la alfombra, levantó las piernas, se abrió lo más que pudo y doblo sus rodillas sujetando sus piernas por las espinillas. De este modo José entendió que tenía que follarlo. Le comió el culo, lo dilató pacientemente, le metía dedos y comenzó a penetrar empujando su polla dura. Fue entonces cuando Eduardo agarró mi polla y comenzó a masturbarme. Hice lo mismo para no ser menos y comencé a masturbar a Eduardo el compás de las entradas y salidas de José del culo de Juan. José entraba, yo bajaba el pellejo; José salía subía mi mano a la punta, pasando por la punta de flecha. Eduardo me imitó y hacía lo mismo a José.
    
    Por fin Juan gritó tanto que seguro que escuchó la abuela y parte del vecindario. Y se corrió sin más, notaba yo los espasmos de José, debidos a su orgasmo. Y se corrió Juan sobre su propio pecho. Eduardo me dijo:
    
    — Estoy a punto.
    
    — Córrete en mi boca y no ensuciarás la alfombra.
    
    Me puse de rodillas y me tragué toda la lefa de la polla que había ajustado en mi boca. Como solo me quedaba el sabor de la lefa, Eduardo no pudo probarla y me tiró al suelo y se puso a mamarme la polla hasta extraer toda mi lefa. José, sin salirse de Juan, se agachó para probar la lefa de su amigo. Sonrió y le dio un beso a Juan intercambiando jugos bucales, hasta que se escapó la polla de José del culo de Juan.
    
    Nos fuimos los cuatro felices a la cama, dormimos por este orden, Juan, José, Eduardo y yo. Cada uno agarrado a ...
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