1. Mi esposa me pidió un pepino


    Fecha: 17/01/2023, Categorías: Confesiones Autor: MarcoLiterario, Fuente: CuentoRelatos

    ¡Demonios!, no sé cómo comenzar, es mi primera vez escribiendo algo así, no sé si sea correcta mi ortografía, mi sintaxis y mi gramática, pero lo voy intentar. De hecho, el corazón se me acelera y mi respiración es profunda, mis manos tiemblan y partir de ahora no puedo dejar de escribir.
    
    Todo comenzó un viernes de hace como 4 años, un día cualquiera, común y corriente. Me levante temprano y como todos los seres humanos que trabajan, me levante con mucho sueño y con ganas de seguir durmiendo otros 5 minutos más, sin embargo, tenía que llegar temprano a la agencia donde trabajaba, así que me levante todo somnoliento y tomé mi bata, mi toalla y me dirigí al baño, me desnudé para meterme a bañar. Solía bañarme con agua fría, creo que te despierta en un instante. Bueno, proseguiré. Cuando estaba a punto de terminar de bañarme, mi esposa me tocó la puerta y con un gran bostezo me preguntó qué quería para desayunar, solo conteste – un cereal y si quieres yo me lo preparo, mejor regresa a la cama.
    
    Pues al parecer me tomó la palabra, porque cuando salí de ducharme, allí estaba, bien dormida, como que solo toco la cama y cedió al cansancio. Procedí a secarme, después me puse un bóxer negro de algodón; de esos que te ajusta el paquete, me puse un pantalón de mezclilla color azul; ajustado, una playera negra con estampado color crema; con una figura de una calavera old school, calcé mis calcetines y mis tenis negros con suela de goma, tipo skate. Me peiné, me puse mi desodorante ...
    ... y me fui a desayunar.
    
    Mi celular empezó a sonar con notificaciones, lo revisé y era del trabajo, me estaban enlistando todos los pendientes del día. Acabé de desayunar, me paré a lavarme los dientes, fui a la recamara para terminarme de preparar. Me rocié un poco de perfume con ese olor suave y fresco, noté a través del espejo que mi esposa estaba en su quinto sueño, pues allí estaba recostada semi bocabajo, con una pierna doblada, la colcha azul marino solo le cubría una pierna, el bóxer blanco con el que se duerme se le metía más de un lado que del otro, se podía ver bien lo carnoso y redondo de sus nalgas, hasta parecía que me las estaba ofreciendo y si le observabas bien, se le alcanzaba a ver como se le asomaba un poco uno de sus labios vaginales; la blusa gris de tirantes no le cubría bien por lo que se le asomaba una teta, la podías ver sin ningún problema, la podía ver como se le desplomaba, esa forma de gota, una teta grande, carnosa, suave, con su pezón café claro y perfectamente redondo. Su cabello negro, largo y alborotado por las almohadas le cubrían sensualmente su espalda, los rayos de sol que entraban por la ventana la hacían ver tan hermosa.
    
    Me acerqué, la besé, la cobijé y me despedí. Tomé mi mochila y salí a tomar el transporte público que me lleva al trabajo, la combi que va a metro indios verdes, subí y no dejaba de pensar en mi esposa, no dejaba de pensar en la manera tan descuidada y sensual en la que la vi, de repente note una mirada, voltee y ...
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