1. Playa y una pareja joven liberal


    Fecha: 24/12/2022, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dura polla jugueteando con la entrada de mi culo. Sus manos pasaron de mis pechos a unirse al juego hasta que un dedo atrevido se abrió paso en mi agujero. Sus labios se mezclaron con los míos y nuestras lenguas jugaron a su juego propio. A todo eso notaba como el pecho trabajo de Albert se presionaba contra mi espalda, y como el culo de Paula tragaba más a cada empujada.
    
    Me incliné hacia delante para besar el cuello de Paula, lo que dejó vía libre a su novio para jugar con mi culo, el cual ya tenía tres dedos dentro mío, fruto de la excitación del momento. Albert apunto su miembro y lentamente fue entrando dentro mío. Mi culo con un dolor inmenso por ser partido, al poco dejó de doler y pasó a ser la mejor experiencia que había tenido sexualmente en mi vida. Follado por detrás y follado por delante. No aguanté más y descargué como nunca lo había hecho dentro de Paula, la que respondió con una tremenda convulsión fruto de la corrida que ella también acaba de tener. Albert vio la ocasión al separarme de su chica, me cogió de la cadera y me empezó a follar brutalmente sin pasión. Su huevos chocaban contra mi culo y su mano ...
    ... me cogía del pelo como si de una puta se tratara, y eso me ponía mucho. Decidí cambiar de posición y Albert me cogió en brazos, me hizo que le rodeara con mis piernas y sujetado con sus duras manos, me empezó a follar de pie. Paula estaba sentada en una roca metiéndose un par de dedos con tal espectáculo y los chicos nos íbamos comiendo la boca con tal follada. Al poco rato noté como algo caliente me llenaba y la cara de satisfacción de Albert me corroboraba que justo se había corrido. Yo volvía a estar caliente, así que hice que la pareja se pusiera de rodillas y se comieran la boca. Yo me lo miraba de pie mientras me cascaba una paja espectacular. Su manos reseguían todos sus cuerpos. Su lenguas jugaban sin parar. Yo no aguanté más y descargué mi segunda corrida sobre la cara y pelo de la pareja, la cual no perdió ocasión de lamer y tragar toda mi leche.
    
    Después del magnífico polvo, corrimos hacia el agua donde nos dimos un chapuzón para limpiarnos y quedamos en repetir otro día. Al volver a las toallas nos intercambiamos los teléfonos y volví hacía mis amigos.
    
    - Qué al final has saltado? – Comentó David inocentemente 
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