1. Mi pagafantas


    Fecha: 23/11/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... contesté y volvió a insistir, esta vez pidiéndome por favor que le diera una oportunidad. Me causaba curiosidad que me insistiera... si es para conseguir algo conmigo lo entendería, pero insistirme para ser mi sumiso pagafantas sin siquiera tener derecho a tocarme, me estaba empezando a dejar muy curiosa. Este chico debía estar muy desesperado por compañía femenina.
    
    La verdad es que como era majete, y parece que debía tener dinero porque era ingeniero, y para que dejara de insistir y darme la chapa, decidí aceptar. Había un restaurante nuevo cerca de mi casa que me moría por probar, así que ese sería el 'examen' para él. Elegí un día de entresemana para que hubiera menos gente por si había alguien conocido. No me arreglé demasiado, ya que él tampoco lo merecía, así que simplemente llevé un vaquero y una camiseta de tirantes blanca y el pelo recogido en coleta.
    
    Estaba un poco nerviosa pero sabiendo que yo tenía la sartén por el mango, y sabiendo que él iba a estar mucho más nervioso, pronto se me pasó. Además le dije que fuera él primero y me esperara en la puerta, para yo desde lejos verle y si no me gustaba o no me apetecía, poder darme la vuelta sin que él me viera a mí. Aceptó eso sin rechistar. Cuando llegué y le vi me entró aún más autoconfianza: no era feo (ya le había visto en foto) pero sí delgaducho, algo más bajo que yo (yo mido 1.75), y se notaba su nerviosismo e inseguridad, mirando a su alrededor constantemente, recolocándose la ropa y el pelo, etc. Me ...
    ... acerqué y cuando me vio parece que iba a darme dos besos, pero preferí darle la mano, no sé porqué. Me daba una sensación de salido pajillero que si se acercaba a mí y olía mi perfume igual se corría ahí mismo.
    
    Nos sentamos en una mesa un poco apartada, y eso me gustó porque al cruzar el local, me daba la sensación de que nos miraban, como que una chica como yo no pegaba al lado de alguien como él. Desde luego de haber una segunda cita no sería en público, pero claro, la primera debía ser en un sitio con más gente, por seguridad.
    
    La comida estuvo increíble... riquísimo, original, vino caro, postre delicioso... no así la compañía. La conversación de Francisco era nula, a veces arrancábamos pero pronto nos llevaba a los dos a silencios incómodos. Claro que a mí me daba igual, el que se lo tenía que currar era él, pero aun así era desagradable. Yo me sentía como si ni siquiera me mereciera la pena estar allí ni aunque me invitaran. Cuando terminé el postre le dije que le esperaba fuera mientras él pagaba. Realmente le iba a esperar, pero vi pasar un taxi y decidí irme sin más, de todas formas solo restaba despedirse, obviamente tampoco íbamos a tomarnos otra en otro sitio.
    
    ---
    
    No me arrepentí de haber quedado con él... una comida así y gratis mereció la pena aún con la incomodidad. Además pude subir unas cuantas fotos para presumir en Instagram sin que se viera quién era mi acompañante. Pero no iba a repetir cita. Otra cosa sería que Francisco quisiera comprarme ...
«1234...9»