1. Mi pagafantas


    Fecha: 23/11/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... caprichos. De hecho me andaba escribiendo e insistiendo, quería llevarme a tiendas de ropa en Serrano, cosa que estaría bien, pero no quería ir con él. Pero encontramos una solución intermedia: yo podía comprar por internet y él pagarlo desde su casa.
    
    Eso sí que me gustaba más, no tenía que moverme de casa, y Francisco no escatimaba con el dinero, me compraba cosas bastante caras. Mis amigas y mi hermana empezaban a preguntar si me había echado un novio rico... yo ni confirmaba ni desmentía, les dejaba con la incógnita, porque desde luego esto no se lo podía contar a nadie. Pero yo ya estaba empezando a ser la consentida y Francisco el sugar daddy.
    
    Como también se ofrecía a hacerme favores empecé a aprovecharme de eso también, le pasaba mi lista del supermercado por mensaje, y no solo lo compraba y pagaba sino que me lo subía a casa. Al principio solo le abría la puerta, nos saludábamos y me dejaba las bolsas dentro, pero acabé más tarde dejándole entrar a colocar las cosas, y de ahí, ya que ahora le dejaba entrar dentro de mi piso, empecé a pedirle algunas labores de la casa como limpiar el baño, la cocina, barrer y tender la ropa. Lo hacía encantado y bastante bien. Con lo de la ropa sucia, yo le dejaba un poco de margen… de hecho a veces se metía al baño y se tiraba ahí un rato. Lo que estuviera haciendo ahí dentro o si se había llevado dentro alguna de mis prendas usadas, no me importaba, era cosa suya… mientras a mí no me tocara, todo bien.
    
    La verdad es que ...
    ... el chico era majete y muy servicial, y con todas estas atenciones y favores mi rechazo inicial se fue ablandando. Cada vez hablaba más con él, ahora nos dábamos dos besos al saludarnos en vez de estrechar la mano, yo le daba las gracias, etc. También volvimos a cenar juntos, por supuesto esta vez en mi casa, no quería que fuera en público. En esos casos solíamos pedir algo a domicilio. Ahí charlábamos bastante, con la confianza él se lanzaba un poco más. Nos estábamos haciendo medio amigos, aunque yo mantuviera una actitud más dominante y mandona. Charlando con él entendía por qué Francisco hacía esto. Tenía dinero para pagar por sexo, pero él quería una chica normal, como cualquier amiga, vecina, o algo así, no una que se venda por dinero, porque ya no sería lo mismo. Y también decía que no le gustaba el rollo de los machos alfa... que siendo sinceros, una mujer atractiva siempre es la que manda en las relaciones, e ir de machito dominante es solo fingir, y él no hacía eso, solo asumía con sinceridad su rol inferior. Eso me gustó mucho.
    
    ---
    
    Un finde que (como casi siempre) iba a salir de fiesta con mis amigas, al contarle mis planes a Francisco me dijo si podía acompañarnos. Me reí tanto al oír eso, que seguramente se sintió humillado. Y es que sería bastante raro, cuatro pivones sobre los 25 años, super arregladas, yendo por ahí con un tío raro diez años mayor. Le dije que si acaso le podía decir en qué discoteca estábamos y se podía acercar (como si fuera un tío ...
«1234...9»