1. El regalo: Un antes y un después (Sexta Parte)


    Fecha: 29/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonreí.
    
    —Hummm, Rocky tienes tus ojitos enrojecidos. ¿Te encuentras bien? Me parece que no pasaste bonita noche. ¿Me equivoco?
    
    —Me arden un poco los ojos, tal vez me vaya a enfermar. Por cierto, déjame decirte que hoy estas elegantísima. ¿Te disfrazaste de ejecutiva? —Y terminando aquellas aduladoras frases, por fin me sonreí.
    
    —Jajaja ¡Y Ajá! Es que decidí anoche asaltar los guardarropas de mi mamá. Necesitaba ponerme hoy en actitud de «compinche» comercial tuya. —Y logró Paola, sacarme una amplia carcajada. —Y para hoy… ¿Qué nueva sorpresa me tienes preparada? —Me preguntó.
    
    —Pues no lo sé, sinceramente hoy no tengo planeado nada. Voy a preparar unas ofertas a unos clientes y mientras tanto tú puedes terminar de leer el libro que te presté. —Y dicho esto me dispuse a revisar mi agenda y buscar un listado de empresas para ofertar la renovación de sus flotas de vehículos–. Era necesario desconectar de mis problemas familiares, no podía dejar que me afectara.
    
    Pero no fue así. No dejaban de aparecer en mi mente las preguntas sin respuesta. Meditaba sobre los cambios de actitud en Silvia los días anteriores y no hallaba nada. Confiaba en ella, no me había dado ninguna señal hasta ese viernes pasado. Cuando me llamó para decirme que se demoraba por cuestiones de trabajo. No le vi problema alguno. ¡Tan seguro de ella!
    
    La llegada tarde regresando en un auto tan costoso, no me pareció trascendental. Quizás solo un alto funcionario, su jefe de pronto, le habían ...
    ... acercado a modo de agradecimiento por su compromiso laboral. ¿Normal? Su nerviosismo al llegar al piso y sus abrazos, los besos desbordados de inusitada pasión por verme, si me parecieron diferentes. Mal pensado que soy. Alarmas injustificadas, pensé en esos momentos.
    
    ¡Excusas! Sí, buscaba en mi mente aquel sábado en el bar, otorgárselas. Diciéndome, recriminándome mentalmente, por convertirme yo, en uno de esos maridos celosos y controladores con sus mujeres, y que aquello no era más que un invento mío. Pero y entonces la noche anterior… ¿Que sucedió?
    
    —Rocky me alcanzas por favor, ¿esa carpeta azul?... ¿Rocky?... Tierra llamando a Rodrigo. Hey, ¡Rocky! La azul no la roja. —Juro que la oí, a lo lejos pero sí la escuché, mientras yo seguía tratando de encontrar fallas en mí y disculpas para Silvia.
    
    Le alcancé a Paola una carpeta pero ni me fijé cuál era la que necesitaba. Lo hice de manera automática. ¡Esto no podía seguir así! Observé mi móvil y en el no habían llamadas, mensajes ni tan siquiera audios de mi esposa. Finalmente ella me había hecho caso. ¡Puff! suspiré lentamente y le dije a Paola que iría por un café y un cigarrillo.
    
    —Te acompaño entonces. —Me dijo Paola, levantándose de su asiento, sin darme lugar a alguna interpelación. Acepté su compañía.
    
    Tan solo me encogí de hombros y fuimos hasta la máquina expendedora. Dos cafés y un par de rubios, catorce pasos y ya estábamos en el costado del parking, fumando y bebiéndonos con sorbos cortos, la caliente ...
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