1. Las carnes de la tía


    Fecha: 16/08/2022, Categorías: Incesto Autor: nachoARG, Fuente: CuentoRelatos

    ... ser imposible limpiar mi jugo de la cama. Así que me fui de la habitación con la mano aún manchada y sin poder dejar limpia la escena de mi travesura. Por suerte no era el único que cometía travesuras en esa casa.
    
    El día transcurrió normal y aburrido. Mamá y la tía Norma se pasaron el día sentadas charlando sobre su infancia en el amplio patio de la casa. La mancha en la cama dejó de preocuparme después de unos minutos y me olvidé del asunto. Volví a deambular por la casa, por la carnicería y por la cocina donde la tía hacia su magia, todavía intentando descifrar para que servían esas dos enormes máquinas. Volví a pasar por el cuarto de mi tía, pero la puerta estaba cerrada. Rogaba que la tía no haya descubierto la mancha en su cama después de que yo haya descubierto su chorizo no comestible.
    
    El día fue el más largo del mundo y recién era el primero de cuatro. Cerca de las 9 de la noche mamá me avisó que la tía ya tenía lista la cena. Me senté en la mesa y la hermana de mamá trajo una fuente repleta de sus manjares caseros acompañados de papas fritas. Jamás en mi vida había comido embutidos tan ricos como esos, devore tres platos enteros de los más ricos chorizos, jamones y salames ante la sonrisa de satisfacción de la tía.
    
    -¿Viste que te dije que tú tía hacia magia con esas manos? -me preguntó mamá mientras me acariciaba el pelo en un gesto maternal como si todavía fuese un nene chiquito.
    
    -¡Increíble tía! Nunca había comido algo tan rico
    
    -¡Gracias mi vida! Se ...
    ... nota que te gustó. Capaz que te vas con unos kilitos de más a tu casa jaja. –apoyó los codos en la mesa apoyando las manos en su mentón y presionó con fuerzas sus enormes tetas con los antebrazos mientras me miraba a los ojos.
    
    -¡No importa! Este manjar lo vale tía jaja –le dije mientras hacía un breve paneo al escote del vestido rojo entallado que llevaba puesto. Ella me vio y yo lo sabía.
    
    -¡Come querido! Que ese cuerpito que tenés necesita estar sano y fuerte –dijo en tono cariñoso. Me guiño el ojo sin que mamá se diera cuenta y se levantó para juntar los platos.
    
    -¿No te gustaría aprender a hacer el trabajo de la tía así no te aburrís? Hoy me dijo que tenía ganas de enseñarte.
    
    Al ser un bicho de ciudad, no tenía mucha devoción por ensuciarme las manos con carne cruda y grasa, pero haber visto las enormes tetas de la tía me ganaron las ganas de tener cerca otro tipo de carne, y también de devorarla. Di una respuesta de la que ya conocía la reacción de mi tía Norma.
    
    -No tengo ni idea ma. Aparte mirá si rompo algo. La tía está muy ocupada para andar preocupándose por mí -La tía mordió el anzuelo y se dio vuelta al escucharme.
    
    -¡No digas pavadas Ramirito! Mañana es domingo y no abro el local, así que tenemos todo el día para que te enseñe. Vos quédate tranquilo que tú tía es la mejor maestra choricera del país jaja –dijo mientras secaba un plato y con el movimiento del brazo los enormes globos de su pecho le rebotaban uno con otro– capaz que mi sobrino termina ...
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