1. Las carnes de la tía


    Fecha: 16/08/2022, Categorías: Incesto Autor: nachoARG, Fuente: CuentoRelatos

    ... notara.
    
    -Pero que grande que estás mi vida. Si no fueras mi sobrino y tendrías unos años más Ramirito jaja –se reía mientras me acariciaba el mentón con el pulgar.
    
    -Los nenes crecen Normita Jaja –acotó mamá sin darse cuenta de las intenciones que ocultaba la tía.
    
    -Pasen que hice una torta riquísima así comemos algo y nos vamos al velorio.
    
    Entramos a la casa y era una típica casa de señora mayor, llena de antigüedades y fotos en blanco y negro. Mamá y la tía se pusieron a charlar con un café de por medio, mientras yo no prestaba atención. La tía se dio cuenta e intervino.
    
    -Espero que no te aburras estos días Ramirito. Debe ser horrible para vos tener que acompañar a dos viejas lloronas. Anda a conocer el local y a ver las máquinas con las que trabaja tu tía. Vos que sos un bicho de ciudad seguro no tenés ni idea de cómo se hace un jamón o un chorizo jaja.
    
    -Ni idea tía. Yo voy a la carnicería y los compro nada más. Jaja
    
    -Me imaginé jaja. Anda que mañana te enseño un poco del trabajo que hace la tía.
    
    Le hice caso y fui a ver el emprendimiento que habían creado mís tíos. La parte de adelante era como cualquier carnicería, pero la cocina donde hacían todo era un mundo aparte. Heladeras repletas de carne, cuchillos de todos los tamaños y un par de máquinas que no tenía ni idea cómo se usaban ni para que servían. Después de recorrer todo un poco asqueado por el olor a carne cruda del lugar de trabajo de la tía, volví a la casa y ya se estaban preparando para ...
    ... ir a despedir al padrino de mamá. Me quedé solo en la antigua morada.
    
    Cómo había imaginado, la tía no tenía internet ni lo necesitaba. Me acosté en la cama que la tía había improvisado para mí en el sillón del living a mirar los pocos canales de la antigua tele. Después de unos minutos me aburrí y me puse a recorrer la vieja casa. Recorrí el pasillo y una puerta entreabierta me dejó ver el interior de lo que parecía ser la habitación de mi tía. Entré tranquilo sabiendo que no había nadie en la casa y me tiré en el mullido sommier de dos plazas. Metí la mano por debajo de la almohada como cada vez que me tiro en mi cama y mis dedos palparon algo duro.
    
    Al sacarlo me encuentro con un enorme vibrador color piel, con huevos muy realistas y varias velocidades de vibración. La imagen de la tía pajeándose con semejante juguete hizo que me envergara enseguida. Me desprendí el botón del jean, me bajé el bóxer y, mientras olía el juguete, me masturbé unos pocos minutos acostado en la cama de la hermana de mamá y al acabar, el largo y espeso chorro de leche fue a parar al impecable cubrecama.
    
    Dejé el vibrador donde estaba y fui al baño a buscar papel para limpiarlo. Use varios metros del rollo, pero el manchón de leche aún seguía en la tela despidiendo el agrio aroma. Antes de empezar a caminar hacia la cocina a buscar un trapo húmedo para sacar la mancha, escuché la cerradura de la puerta de entrada, seguido de una charla sobre recuerdos y herencias entre mamá y la tía. Iba a ...
«1234...10»