1. Una deuda pendiente


    Fecha: 06/05/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedaría tan solo entre los dos. ¿Estoy pidiendo algo inalcanzable? Preguntó él. No respondió ella. ¿Qué tienes en mente? Replica ella. Bueno, dice él, totalmente dispuesto a las consecuencias: ¿Estarías dispuesta a posar para mí? Sí, dijo ella. ¿Qué quieres?
    
    Tal vez, tratándose de fotografías, algo sensual, atrevido y sexy. ¿Qué sugieres? Preguntó ella. Bueno, párate, abre tus piernas, y posa para mí, como tu pienses que esas fotos deberían ser. Entonces ella apuró su bebida, se levantó de su puesto y empezó a posar en diferentes posiciones, aun con la ropa puesta. El escenario de fondo, claro está, era la cama, así que bien pronto él dijo… ¿podríamos intentar algo más atrevido? ¿Qué quieres ver? Dijo ella. Pues quisiera que repitiéramos las mismas poses, pero solo dejando tu cuerpo solo decorado con tu ropa interior. Bien, dijo ella, eso merece otro trago. No sé si esto sea una locura. Pero, sin recato alguno, poco a poco se fue despojando de su vestido, acción que Edgar no dejó de fotografiar.
    
    En el video, ella quedaba de espaldas a la cámara y se observa su cuerpo desde atrás, y no se aprecia su rostro. Edgar, por el contrario, queda de frente y claramente se ve el gusto que experimenta contemplándola a ella mientras posa, y la dedicación que coloca cuando dispara su cámara, una y otra vez. Ella, coqueta, desabrocha la cremallera y deja caer su vestido, dejándose ver solo vestida por una sensual lencería negra. Y así, en ropa interior, él la dirige para que se ...
    ... ubique en diferentes posiciones; frente a él, de espaldas a él, de lado, abriendo sus piernas, sentada en el borde de la cama, arrodillada sobre la cama, en posición de perrito, recostada sobre la cabecera de la cama con sus piernas abiertas a lado y lado… Ella, siguiendo todos sus caprichos, parece disfrutarlo.
    
    ¿Podríamos repetir las mismas tomas, pero sin tu brasier? Bueno, responde ella y, poco a poco, con una traviesa sonrisa, se despoja del brasier, dejando sus senos a la vista. Y ahora, siguiendo las guías de su improvisado fotógrafo, se acomoda como él indica. Bueno, dice él, ¿podemos hacer lo mismo, dejando que la cámara goce tu desnudez? Seguro, dice ella. Espero que todas las fotos salgan bien. No quisiera pasar por todo este proceso de nuevo, dijo ella mientras se fue despojando de sus pantis, quedando solo vestida con sus zapatos, su collar, sus pulseras y sus aretes. Divina, divina, dijo él. Quiero que abras bien tus piernas para deleitarme con la vista de tu sexo. ¡Súper! ¡Súper! Párate aquí, posa así, acomódate allá, de modo que hizo varias tomas con ella, su modelo, totalmente desnuda.
    
    Al final le pidió que se pusiera de pie, frente a él, y, dejando su cámara encima de la mesa, le dice. No sabes cómo lo he disfrutado y deseo agradecerte, dijo, acercándose para besarla. Ella lo aceptó y lo acogió sin reparos. Se observa cómo aquel empezó a besarla y a acariciar su cuerpo, especialmente sus nalgas. Así, deleitándose el uno al otro, permanecen un inmenso rato. ...
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