1. Mario (07 de 22): Con don Guillermo 24 h (2)


    Fecha: 10/01/2022, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... tuya.
    
    -¿Deseas que te la meta? -sentí un escalofrío de deseo y el ano me comenzó a palpitar.
    
    -Quiero tu verga papi.
    
    -¿Por dónde la quieres? -estaba sentado sobre ella y palpitaba furiosa, rebelándose de que la tuviera aplastada.
    
    -Por el culito papi, mi culito la quiere, toda, toda ella.
    
    Guillermo actuaba ahora en automático, con movimientos bruscos y excitado, su delicadeza y suavidad se había evaporado, se levantó conmigo en sus brazos y me llevó hasta la cama, no me depositó, me tiró como si se desprendiera de mi y luego se tiró aplastándome bajo él.
    
    -Dame el culo, ven. -me movía como a un muñeco, tiro de mis caderas y me dejó arrodillado, él detrás y aplastó la verga en mi culo.
    
    -Te la voy a meter duro, no te quejes y déjame gozar, me sujetó de los hombros y me llevó hacía él, la verga entre mis piernas me dañaba los testículos.
    
    Sabía que ahora no habría piedad, tenía que arreglármelas solo ante aquel macho sediento por meter su rabo en mi culo. Agarrado a mis hombros se movía, buscando encontrar el agujero donde meter aquella inmensidad.
    
    Pensé que había tomado algo que lo demenciaba.
    
    -Espera papi, espera, ya me coloco yo. -hundí el pecho en la cama y elevé el culo dejándolo a la altura de su verga, y las manos las llevé a mis nalgas para abrirlas y dejarle mi culo expedito, temeroso y a la vez deseoso de ser perforado.
    
    -¡Ahhhh! Sí, si ya te encuentro. -la verga había hecho diana, sin tocarla con la mano, ella misma había encontrado el ...
    ... camino. Sentí un ligero dolor cuando el gordo glande penetró como si me desgarrara pero no, continuaba tirando de mis hombros, llevándome con fuerza hacia él y consiguiendo que el enorme cíclope fuera horadando mi culo.
    
    -Ya te tengo clavado, ya no vas a escapar. -sentía expandirse mi ano, mi recto, mi tripa como se hinchaba, y aunque no era una fuerte clavada, si lo era muy intensa y continua.
    
    Estaba dentro de mi, aquel vergón terrible estaba llenando mi tripa, haciéndomela crecer, era la segunda vez, pero diferente, ahora no sentía aquel dolor terrible, tampoco la inmensa felicidad, me concentré en relajarme mientras Guillermo ahora, sin considerarme, iniciaba una sucesión de movimientos laterales, forzándome a que mi culo se adaptara a su monstruo.
    
    -¡Ahhhhhhh! ¡Ahhhhhhh! ¡Ahhhhhhh! -largos gemidos me salían sin poder evitarlos.
    
    -¡Te gusta, eh, te gusta1 -no iba a decirle que eran de dolor. Me atacaba muy duro entrando y saliendo, sacando y metiendo aquello que antes me parecía divino y ahora me castigaba el culo.
    
    Y de repente todo cambió. Algo que tocaba a veces me daba placer, el culo no me dolía, la sensación era excitante y placentera.
    
    -Así papi, ahora está bien, sigue, sigue. -nos habíamos encontrado al fin y para bien.
    
    -Sabia que te gustaría, a todos los culos les gusta mi polla, toma la verga de tu macho, siente quien te controla.
    
    Se movía sin pausa, ahora como máquina perforadora, después profundo y fuerte, diez o quince minutos de duro folleteo ...
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