1. Mario (07 de 22): Con don Guillermo 24 h (2)


    Fecha: 10/01/2022, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... había sobre la mesa a la basura, se me rompió el corazón, esa comida nos hubiera venido muy bien en mi casa al día siguiente.
    
    -Vamos a tomar un poco de sol y nadar. -lo mismo que ayer no tenía nada para ponerme, fui tomando nota mental de lo imprescindible que debería comprar y traer a esta casa: un bañador, braguitas y slips, alguna camisa, y poco más.
    
    Desnudos nos colocamos en tumbonas, el sol picaba y pronto empecé a sudar, miré a Guillermo y le vi dormido. Para no quemarme cambiaba de postura, tostándome como un pollo, de espaldas y de cara al sol.
    
    Decidí buscar una crema solar en la casa, Guillermo me había dicho que en aquel armario del baño había de todo, y no se si eso era cierto, pero parecía las estanterías de una farmacia, con multitud de cajones con el frente de cristal para saber lo que contenían.
    
    En uno de ellos se observaban distintas boquillas, que era fácil deducir, servían para la limpieza rectal, el abuelo me había enseñado a hacerlo con el flexo de la ducha sin más, las fui cogiendo una a una, las había muy curiosas y de distintos grosores, también cantidad de fármacos que no sabía para que servían, cremas y colonias, un buen surtido de todo y escogí una botellita azul de plástico, “defensa solar 30”.
    
    Volvía a la piscina, Guillermo estaba despierto peo somnoliento.
    
    -¿Te has marchado de excursión?
    
    -Tenía que buscar una crema para el sol. -le mostré lo que llevaba.
    
    -Tenía que haber pensado en ello, tienes la espalda y el culito ...
    ... rojos, túmbate que te la doy. -me tendí en la hamaca y él se colocó a caballo, sin sentarse, cobre mis piernas. Sentí el frio de la crema, muy líquida, al caer sobre mi piel y luego sus manos repartiéndola por ella.
    
    Volvió a tirar más, en este caso en la hendidura de mis glúteos e instintivamente abrí las piernas, empezó a pasar la mano y con la punta de los dedos acariciaba mi ano. No podía evitar contraerlo y relajarlo según avanzaba en sus caricias.
    
    Tienes el ano muy sensible, no necesitarás mucho estímulo para empezar a gozar con lo que te toque en esta parte del cuerpo.
    
    -¡Ummmmm! Sabe rico papi, sigue, no te detengas. -pero no me hizo caso y solamente extendió la crema por la rendondez de mi culito y las piernas.
    
    -Eso será para más tarde. -seguimos tomando el sol, nadando y jugando en la piscina hasta que Guillermo decidió que fuéramos a la casa.
    
    No me decía nada pero yo lo adivinaba, por las repetidas veces que le observé tocarse la polla, como a veces se le endurecía y en nuestros juegos la metía entre mis piernas haciendo movimientos de coito a punto de penetrarme sin hacerlo.
    
    -Tu culo redondo es una provocación.
    
    -Es tuyo cuando lo quieras papi.
    
    -Quiero gozarte bebé, dártela bien por el culo.
    
    Entramos en su habitación tirando las toallas en el suelo y quedándonos desnudos.
    
    -Ve al baño y lávate bien. -sabía lo que tenía que hacer, adivinaba que de esta no me salvaba, que era la hora de la verdad, de sentir toda la masculinidad del hombre ...
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