1. Y finalmente... ella y tu regalo


    Fecha: 20/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... acomodaran y fueran dialogando, mientras que mi rubia barranquillera me hacía la segunda, distrayendo con sus carcajadas al segundo cliente. Las citas acordadas con anticipación, salieron a pedir de boca. La familia veía con angustia, como se le escurría la baba al nuevo posible comprador.
    
    Ese segundo cliente mío era un gordo dueño de una salsamentaría que quedaba a pocas calles del concesionario. Desde hacía días le venía echando el ojo al auto de mi jefe, hasta que una noche antes de cerrar las puertas y marcharme a casa con mis hijos y mi esposa, me abordó para saber si estaba en venta. Hasta ese momento no, obviamente.
    
    Pero la idea me quedó rondando en la cabeza, pues el gordito se veía enamoradísimo del vehículo y estaba dispuesto a pagar por el en efectivo. Podría meterme en el bolsillo un buen dinero si lograba, –por supuesto– convencer a mi jefe de que ya era hora de espantar al pasado y comprarse un carro nuevo. Transcurrieron cuatro días y yo sin plata en el bolsillo. En la casa estaban pendientes los recibos de luz y de agua. El alquiler ya pronto por vencer.
    
    Mi mujer, entre furiosa y angustiada, se debatía entre pedir un préstamo a su queridísimo jefe o darme el chance de conseguir las ventas, que me brindaran las comisiones suficientes para cancelar esos servicios. Su jefe era la última opción, porque de seguro que el hombre no le pondría ninguna pega ni le cobraría el dinero prestado, si ella accedía a sus libidinosas pretensiones.
    
    Bueno, el tema ...
    ... terminó en que esa tarde efectúe un doble negocio. Vendí el Seat de mi jefe a la familia y terminé andando a pie, porque para no ofender al gordito de la salsamentaría, le ofrecí mi Mazda 323F y le gustó. Ya el dinero para pagar las cuentas estaba en mi cartera, solo faltaba encontrar una manera para decírselo a mi esposa. Ahhh, se me olvidaba, era necesario ir a comprar algún regalo para mi rubia barranquillera por su próximo matrimonio. Me hubiese gustado cerrar ese día de manera fenomenal disfrutando de los quejidos y los ¡Ayyy, Dios mío! de Paola, pero yo, lastimosamente tenía un compromiso infaltable.
    
    Aún estaba temprano, tomé el móvil y llamé a casa.
    
    —¿Hola? —Me contestó mi mujer con cierta premura…
    
    —¡Hola Cariño! ¿Cómo estás? —La saludé de manera cordial.
    
    —¡Bien! Los niños ya los recogió mi mamá. ¿Dónde estás, te demoras? —Obviamente me demoraría, tendría que hacer una compra antes y luego dar un rodeo por ahí. No tenía muchas ganas de llegar a mi hogar y quedarme completamente solo esa noche.
    
    —¡Perfecto! Me demoro un poco, voy a comprar algo de camino. Esta tarde pude concretar el negocio… ¡Bueno en realidad fueron dos! Y ya tenemos dinero. Aunque tengo que contarte algo, pero lo dejaremos para después. Así que tranquilízate.
    
    —Me alegro… De todas maneras voy a salir.
    
    ¬—¿Todo sigue igual? ¡O.k! Adelante, sé que lo deseas. Después nos vemos. ¿Ya estas arreglada?
    
    —¡Si obvio! Pero estoy muerta de los nervios. ¿Estas completamente seguro de esto? —Me ...
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