1. Delicia 1 descubrimiento


    Fecha: 26/10/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: roman fons, Fuente: RelatosEróticos

    ... metal con el sobre de espejo. Dos sillas a juego bordeaban la mesita.
    
    Del techo colgaba una moderna lámpara repleta de pequeñas bombillas. Los transeuntes mientras esperaban el verde del semáforo se entretenían mirando el escaparate.
    
    Situé a Delicia frente al escaparate y le susurré al oído.
    
    Me miró con una sonrisa apretada y asintió despacio varias veces con la cabeza diciendo – soy tu esclava, recuerdas.
    
    Nos besamos. Ella entró con la mirada puesta en mí. Acababa de descubrir a Malicia.
    
    Fuí al encuentro de Marcos que dormitaba en interior del vehículo. -Levanta niño que tenemos lío.
    
    Volvimos a la tienda. Unas quince personas ya estaban situadas frente el cristal del aparador disfrutando del espectáculo.
    
    Delicia descalza, con su minifalda plisada, subida a una de las sillas enpinaba el culo sacando bombillas de la lámpara de diseño. Mostraba a los peatones las dos nalgas enteras, la imagen sobre el espejo de la mesa de centro multiplicaba la visión. En el espejo se apreciaba el bulto de su sexo que se adivinaba rasurado dentro del tanga blanco .
    
    Delicia subía y bajaba de la silla con cada bombilla que sacaba y volvía a colocar. Una mujer sacó al marido de un empujón – guarro que eres un guarro- le repetía mientras le propinaba golpes con el bolso. Conté cuatro semáforos en verde pero nadie cruzó.
    
    Se agachaba y abria y cerraba las piernas. Hacía giros de cadera. Se contorneaba al jesto de la bombilla. Bajaba de la silla y ...
    ... ponía todo el culo sobre la mesita de espejo. La visión de su culo era poderosa. Tube una ercción de caballo. Ella ladeó la cabeza para comprobar su éxito. Me miró y guiñó un ojo. Puso su mejor cara de Malicia. Le nazé un beso. Subió un par de bombillas más y con la mano insinuó que esperara. Desapareció por entre lámparas mesas y sillas.
    
    Observé a mi alrrededor. La gente quería más. Permanecían allí inmóviles y nerviosos. Los había aún con la mano en el bolsillo.
    
    Un par de minutos más tarde apareció de nuevo. Con paso decicido y la mirada al frente. Me esbozó una sonrisa con picardía. Para ella no había nadie más al otro lado del cristal, me dijo luego. Una actuación perfecta.
    
    -Esa chica me encanta. Me vuelve loco. Susurré.
    
    Marcos tampoco perdía detalle al tiempo que me tachaba de loco.
    
    Delicia se acercó y nos dió la espalda. Se situó entre la mesita de espejo y el escaparate, dejó una caja con bombillas en un extremo apoyó un pié sobre el espejo. La calle soltó un -ooohhh! Se había quitado el tanga. Al agacharse para cojer una bombilla de la caja le descubrimos el precioso oráculo de los dioses. Era más hermoso que en mi ducha. Ardía en deseos de reventarlo con mi lengua. Bueno, yo y todos los allí presentes.
    
    Creí conveniente terminar la prueba de fuego. Se lo había tomado demasiado en serio. Lo de quitarse el tanga no se lo pedí. Entré en la tienda y Delicia acudió a mi encuentro
    
    Cómo lo he hecho-Te ha gustado. Era lo que querías? 
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