Mamá y las nenas 2 - Relatos Eróticos

Mamá y las nenas 2

... el pulgar le acariciaba el clítoris.
-¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Sisiiiii! ¡Así! ¡Así! ¡Aahaaaahhh! - ¡Otra acabada fantástica!
La saqué despacito hasta que solo quedó la cabeza adentro… y volví a meterla. Así estuvimos como diez minutos. Ari acabó tres veces más en esos minutos…, con maravillosas reculadas. Parecía que cada vez que acababa, quisiera sentir la pija en la garganta! Sé la saqué luego del tercer orgasmo.
-¡NO! ¡NO! ¡No la saqués!
-Te la meto de vuelta. Ponente boca arriba. – Se acostó y levantó las piernas.
-Tomate las piernas, mi amor.
Las levantó bien arriba. La penetré nuevamente.
-¡Ayay! ¡Asíasí! ¡Qué rico!
-¡Qué lindo es verte la carita!
-¡Jajaja! ¡A vos te gusta verme las tetas!
-Y acariciarlas… - Me incliné hacia ella. Tener una teta en cada mano era la gloria…
Araceli estaba feliz. Se masturbaba mientras yo le hacia el hoyo.
-¡Dale dale! ¡Hasta el fondo!
Se la dejé un rato bien adentro…, y volví al mete y saca…
En un momento, Ari agarró la pija con una mano, la que tenía en el clítoris, la ubicó en la concha…, para acariciarse el clítoris con el glande. Luego la ubicó en la vulva para que yo entrara. Así estuvimos unos minutos. La sacaba y la ponía en el culo. La sacaba del culo y se la ponía en la concha. Ella era quien guiaba la cogida. Yo la dejaba hacer. Me gustaba su “iniciativa”. Vinieron otros orgasmos…, y yo estaba a punto! ...

... 
-¡Oh! ¡Sísí! ¡Te late!
-¿Dónde la querés?
-¡En la boca, mi amor!
Fui hacia su boca. No había dudas. Me la agarró para que no llegara a la campañilla. Sin la pija tan al fondo tragaba mejor, sino le daba arcadas.
-¡ASÍÍÍÍ! - Cuatro o cinco chorros fueron a su interior.
La saboreó y tragó todo. Apenas si por sus comisuras se deslizaron algunas gotas. Su cara de felicidad era inconmensurable. Una inmensa sonrisa afloró mientras tragaba.
-¡Jajaja! ¡Y me decís que te gusta ver mi cara cuando la trago! ¡Si vieras la cara de placer y lujuria que tenés vos!
-¡Jajaja! - Yo estaba convencido que esos “ordinarios” compañeros de la facu tenían buena práctica con Ari. Ella sabía demasiado desde el primer día que cogimos…
Pero nunca le hice la menor observación al respecto. Por eso ella tampoco me hacía ninguna observación a mis escapadas. ¡Estábamos a mano y la pasábamos fenómeno! En casa no tenía ninguna obligación. Cuando quería, hacia algún gasto para el común, pero jamás le pedí nada. Todo lo que “las tías” le pagaban era para ella. Solamente le pedía que estudiara e hiciera la carrera como correspondía. Si en el ínterin se acostaba con algún compañero era cosa de ella y yo no me metía. 
No creo que pudiera querer algo mejor que nuestra relación…, pero yo sabía que algún día se acabaría. ¡Mientras tanto a disfrutar de esta maravillosa belleza de 21 años!