1. Mamá y las nenas 2


    Fecha: 23/07/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Ari simulaba enojo, chupando y lamiendo. - En lugar de patear para mi lado, patea para el adversario…
    -No… ¡Mi amor, jamás! Lorena no es adversaria tuya. Para nada… Mirá…, la conozco… Es cierto que coge muy bien…, pero nada que ver con vos…
    -¡Si… ja…! ¡Tiene un culo y unas tetas…! ¡Estoy segura qué a vos te enloquecen!
    -¡Jajaja! No exagerés…
    -¿Y las nenas? 
    -No, no…, son muy chicas…
    -¿Sí? ¿Y Kirky… cuantos años tenía cuando te la cogiste por primera vez?
    -Pero ella me obligó…
    -¡Jajaja! – Araceli se irguió y me besó apasionadamente. ¡Sentí en la lengua el gusto y aroma de Lorena! – Mi amor…, cenamos… y  la camita… ¡Me mostrarás qué tal lo hiciste con esa “loquita”!
    	Como siempre, Ari estaba “totalmente” vestida…, pues sabía que a mí me gustaba desnudarla…, pero como siempre, desgraciadamente, tenía que hacer un paréntesis luego de comer. 
    ¡No hay más remedio que hacer la digestión! 
    Nos quedamos en el sofá viendo algo de tv. Nada complicado. Música y bailes. Una breve “siestita” de caricias y besos… Araceli me tenía infinita paciencia. Cuando dije vamos, no dudó un instante. ¡Durante media hora estuvo esperando! Nos fuimos a la “camita”, que yo había cambiado por una de dos plazas y media…, para que haya lugar para tres, por lo menos…
    La fui desnudando. Cada centímetro de su piel que quedaba libre yo lo besaba. La blusita…, brazos y hombros, cuello, axilas…. Luego el corpiño… ¡Uy dio, esas tetas! Todo, todo…, los globos, los pezones, por arriba y por abajo. La ...
    ... espalda…, toda ella, hasta la cintura. No más abajo. Volví a su vientre, su ombligo, su pelvis y nuevamente a la espalda. Los glúteos…, los abrí y llegué a su hoyito. Ari suspiró. Ella seguía dando todo para mí… Luego, nuevamente, hacia delante, las piernas, los muslos… ¡esos maravillosos blancos jamones! Bajé por las rodillas, pantorrillas, tobillos, como sea, lo que venía. Ari levantó uno de sus pies, y besé cada uno de sus deditos… Araceli temblaba y reía… 
    -¡Me da cosquillas! – ¡Su risa era puro amor!
    Seguí con el otro…, y… al final fui a la pelvis, besé la ingle… y me acerqué lentamente a los labios… ¡Maravillosos! Exquisitamente húmedos, mucha lengua, más besos y labios, unas caricias al clítoris. Abrió las piernas, dobló las rodillas…, suspiró. Ari temblaba, me tomó la cabeza y gozaba como yo…, pero no terminé. Fui lamiendo hacia arriba, nuevamente el vientre, el ombligo, las tetas, la pechuguita, el cuello, las orejas, los parpados, sus cabellos… y sus labios… Nuestras lenguas al fin se encontraron… ¡Todo el placer del mundo! ¡Esto es amor, mucho más que sexo!
    ¡Y no habíamos empezado!
    -¡Papito! ¡Me toca a mí! – Mientras me besaba, Ari comenzó a sacarme la ropa. 
    También recorría con besos mi piel. Ahora el electrificado era yo. 
    -¡Ah! ¡Ahora me doy cuenta! ¡No tenés los borsegos! ¡Te los cambiaste! ¡Piyín!
    -Es mejor estar rápidamente desnudable.
    -¡Jajaja! 
    Levanté los pies para que me sacara los mocasines y luego los pantalones, junto con el calzoncillo. Lo ...