Chupa-pinga - Relatos Eróticos

Chupa-pinga

... insultaba: Marica de mierda, puta, culo roto, perra callejera y demás cosas. Me dio bofetadas y me penetró colocando mis piernas sobre sus hombros, parecía que le gustaba ver mi cara de repulsión y dolor, pero sorprendiéndome a mí mismo, yo también llegué al clímax. Me llevó donde Nerón y Sansón, quienes solo jugueteaban conmigo  y caí rendido en un profundo sueño, cuando oí dos voces.

-Qué tal se portó chupa-pinga?- era la voz de Armando.
-Por momentos se rebeló pero la domestiqué bien. El mes pasó volando.- dijo don Francisco.
-Ya me la puedo llevar?
-Claro, pero ya sabes a donde.
-Entendido don Francisco- Armando soltó carcajadas.
-Espero que no me la tengas que devolver de acá a un par de meses porque está preñada.

Luego de beber un par de cervezas, Tiburcio me llevó al sótano donde procedí a vestir con las ropas con las que llegué a aquella casa. Conforme iba caminando hacia la puerta de salida una sensación de nostalgia me fue inundando, quise dar vuelta para despedirme de Don Francisco, pero me contuve, poco a poco me fui emocionando y de mis ojos brotaron unas cuantas lágrimas. Subí al auto donde me esperaba Armando y éste me ofreció una botella de agua, la cual fingí beber, y cerré mis ojos para que no sospechara nada. Luego de media hora, se detuvo para poner gasolina al tanque y pude oír una conversación que me dejó preocupado.

-¿Es esa la perra de don Francisco?- preguntó un hombre desconocido.
-Sí, ya terminó su trabajo con el viejo. Además se va ...

... de viaje- contestó Armando.
-Ya me han contado que se han dado buenas fiestas con ese culo abierto.
-Ese culo peludo está más abierto que cualquier concha de puta.
-Se vuelven a la capital?
-Su marido la quiere de vuelta, pero los trabajadores de don Francisco también y entre todos han pagado para llevarla por un tiempo a que les preste servicio. Así que la llevo para que trabaje por allá un tiempo

Entonces caí en cuenta que no volvería a ver a mi negro Marlon, por lo que decidií huir, esperé a que Armando fuese a comer algo y salí a escondidas del auto y pedí aventón al primer camión que pasó cerca, viajé con unos animales en la parte trasera. Ya en la ciudad no me animé a volver al apartamento que compartía con mi marido, supuse que tal vez me estaría esperando Armando, así que me fui a visitar a Virginia, mi amiga travesti a quien le expliqué lo sucedido y le pedí que buscase al negro, ella lo hizo, mientras yo me quede durmiendo en su cuarto.

-Hola maricón, despierta ya!- me dijo Virginia.
-¿Qué pasó?- le pregunté.
-Tu marido te espera en la casa, estaba solo cuando fui, dice que está preocupado por ti.

Al escuchar eso me puse contento y fui de inmediato a buscar al negro, quien me recibió con una sonrisa y los brazos abiertos, lo besé fuertemente, y me cargó con sus brazos, me desvistió y sin decir palabras fuimos a la ducha, donde hicimos el amor mientras el agua recorría nuestros cuerpos calientes, yo gemía y pedía más, su verga grande y gruesa entraba y ...