Chupa-pinga - Relatos Eróticos

Chupa-pinga

Perú, 1999


-Y como estas chupa-pinga?- preguntó Miguel.
-Bien gracias-Contesté
-Ya cuántas te has comido hoy?
-Solo un par, la noche está algo lenta- dije sonriendo.
-No tienes frío vestido así?- me preguntó señalando mis pantalones cortos.
-Estoy acostumbrado, o quieres darme calorcito querido?
-Sabes que siempre estoy caliente .
-Ya sabes cual es mi precio, si lo pagas te bajaré esa calentura
-Sube de una vez chupa-pinga, que ya la tengo parada.- dijo Miguel mientras abría la puerta del copiloto.

Condujo el auto hasta una zona oscura cercana a un descampado y procedí a darle  mis servicios orales como de costumbre, él ya era un cliente desde hacía un par de meses, no tenía una verga muy larga pero al menos era gruesa, lo que provocaba que por ratos me ahogue.

-Espera, no quiero terminar todavía.- me dijo jadeando mientras retiraba su pene de mi boca.
-No quieres darme lechita papi?- le pregunté
-Claro, pero quiero darte por el culo.
-Hasta ahora nunca habías querido probar mi culito, ¿por qué lo quieres ahora?- pregunté sorprendido.
-Es que hoy sí estoy muy caliente, deja que me ponga el condón y te la meto.
-Esta bien, me quitaré mi ropa interior y estaremos listos.
-No te pondrás lubricante?
-Me pondré un poco, el cliente anterior también quiso darme por ahí, así que ya lo tengo abierto para ti
-Mejor vamos afuera del carro y te apoyas para que te dé por atrás puto.- me dijo Miguel entre jadeos.
-Esta bien, veo que no tienes miedo de que ...

... alguien nos vea- le dije mientras hacía lo que me pidió.
-A estas horas no hay gente y la verdad me da mucho morbo cacharte en la calle.
-Pues métemela macho- le dije mientras abría mis nalgas mostrando mi agujero.
-Así me gustas tan perra, que rico…

Me penetró por 10 minutos, yo gemía para excitarlo más, él me acariciaba los pezones y daba algunas nalgadas, pude moverme a su ritmo sintiendo su verga latir dentro mío hasta que sus jadeos se hicieron más rápidos y supe que había llegado al clímax, luego de limpiarnos con algo de papel, le pedí que me llevará de nuevo a la esquina de donde me había recogido, se despidió con un beso, algo que me sorprendió, y fui a esperar a algún cliente más, vi a Virginia, mi amiga travesti.

-Oye maricón, tu marido ha estado buscandote hace un rato.- me dijo mientras fumaba.
-¿Te dijo que quería el negro?- le pregunté mientras me invitaba de su cigarrillo.
-No, solo parecía algo borracho.
-Bueno, será mejor que vaya a ver que quiere, nos vemos mañana Virginia, que te vaya bien en lo que queda de la noche.- le dije mientras me despedía y me encaminé al departamento que compartía  con el negro Marlon, mi marido desde hace un año, en 10 minutos llegué al edificio, y subí al cuarto piso, realmente estaba cansado.

-Ya era hora que llegaras!- Me dijo el negro apenas entré al departamento.
-Sabes muy bien que estuve trabajando- Le dije mientras me sentaba en el sillón de la sala.
-Dame el dinero! -me ordenó el negro.
-Acá está- se lo ...