1. los blanquísimos jamones 7


    Fecha: 01/03/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... acababa con un riquísimo squirt… ¡Creo que fue el mejor orgasmo que alguna vez recibí de una mujer! ¡Absolutamente maravilloso!
    -¡Ay Dios! ¡No puedo dejar de tener orgasmos! ¡Nunca he tenido tantos tan seguido! ¡Te lo juro! ¡Nunca!
    -Yo nunca he gozado tanto de tus acabadas… Bueno…, de las tuyas y de las de ninguna…
    -Yo…, no sé…, no sé cómo decirlo… ¡Soy inmensamente feliz a tu lado! – Romi se había acostado a mi lado. Nuevamente me abrazó y me besó.
    -¡Uy dio! ¡Qué sabor a mí que tenés! ¡Jajaja!
    -Pero no terminamos…Probemos otra ¿si? Hagamos una cucharita.
    	Nos pusimos como corresponde. Romi acomodó sus caderas para que la concha quedara bien a mano. Ella reculaba mientras la pija entraba. La tenía desde las caderas. Cuando sentí los huevos contra el cuerpo de  Romi, la tomé de las tetas y comencé a bombear. Le besaba el cuello, las orejas, los hombros… Con su brazo libre sobre mi cuerpo ella me acariciaba. Yo apuraba. Sabía que era la definitiva.
    -¿Ves? ¡Ya me viene! ¡Sos el demonio!
    -A mí también! ¡Sos el diablo!
    -¡Aaaahhh! - Me sacudí con todo y la debí enterrar hasta el ombligo… creo.
    -¡Ah neneeee!
    Acabamos ...
    ... juntos  gloriosamente.
    	Fuimos a cenar adonde siempre. No sé si los mozos me miraban con envidia o con bronca…
    	La llevé a su casa. Romi llamó a Patricia, para avisarle que íbamos para allá. Cuando llegamos Patri salió con una sonrisa de oreja a oreja.
    -¿Y? ¿Qué tal? ¿Se divirtieron? 
    -¡Genial! – Gritó Romi mientras bajaba. Yo también bajé para saludar a Patri. Me besó cariñosamente en la mejilla.
    -Gracias… - me dijo quedamente. Y me fui…
    	Llamé a Araceli para darle las buenas noches y algunos pocos “detalles”. Ella también suponía que la habíamos pasado bien, aunque no suponía lo “tan bien” que la pasamos. Quedamos en encontrarnos al día siguiente. La pasaría a buscar por lo de “las tías” e iríamos a casa. 
    Luego de la primera sesión de sexo, durante la cual, para chupársela, la hice poner como a Romina, Araceli se dio cuenta…
    -Esto lo hiciste con Romi ¿no?
    -Y… si. Le gustó mucho.
    -Claro. ¡Está buenísimo!
    Y así seguimos un par de horas. Me iba a preparar para llevarla a cenar por allí cerca, y luego a su casa, como otras veces, cuando la nena me dijo de buenas a primera: “¿me quedo a dormir?”
    -Quiero vivir con vos. 
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