los blanquísimos jamones 7 - Relatos Eróticos

los blanquísimos jamones 7

... ¡¿Nunca le acabaron dentro del culo?!
Empujé con todo. 
-¡Aaaahhh! ¡Jajaja! - Romi se reía casi a los gritos. Temblamos los dos… y largué todo el semen. 
-¡Ahhh! ¡Cómo te siento! ¡Qué lindo! ¡Qué lindo! ¡No lo sabía…!
Nos quedamos quietos, en esa posición, suspirando y tratando de regular la respiración. Yo seguía con mis manos tomando su culo. 
-Cuando quieras bajá las piernas y te sacó las manos…
-Siiii…, despacitoooo…
-Correte, así me acuesto a tu lado.
-Papito… ¡lo feliz que me siento! 
-Tesoro, voy al baño y me tomo la pildorita…
-¡Eso! ¡Pronto, qué quiero empezar de nuevo!
Cuando regresé, Romi fue al baño…
-¡Jajaja! ¡Cómo chorreo!
	Cuando volvió yo estaba acostado boca arriba, con el choto bien parado, dado que lo había pajeado bien. 
-Sentate de espalda y enterratela. – Romi lo hizo rápidamente. Me agarró la pija y se la fue metiendo. Yo la ayudaba tomándola de la cintura y estiré las piernas. Se apoyó con las dos manos en mis piernas y comenzó una suave cabalgata.
-¡Es muy lindo así papito!
-¡Jajaja! La beba debe estar pensando “¡mis papás están cogiendo!”
-¡Jajaja! ¡Sos tremendo!
	Yo empujaba bien hacía arriba. No quería que Romi hiciera demasiado esfuerzo. Es hermoso verle el culo. ¡Qué espectacular es esta mujer! ¡Cuántos tipos se la están perdiendo! Pero… bueno. Yo hacía lo posible…
	Ella gemía con cada empujada mía. 
-¡Es lindísimo! ¡Me hacés vibrar toda! ¡Aaaaahhhh! – Se curvó hacía atrás. Me apretó la pija con la concha y las piernas con ...

... las manos, como garras… Su orgasmo fue brutal. Todo chorreaba por mi ingle.
	Nos relajamos  ambos. Romi no salió hasta sentir el choto “relajado”. Se levantó suavemente…
-Vos no acabaste… ¿por qué?
-Ya va a llegar… Para durar más. Sos tan linda y me gustás tanto que no quiero que se termine rápido.
-¡Ay papito! ¡Te quiero tanto! – Y me beso ardientemente. Por suerte, yo seguía empalado.
	Esas manifestaciones de cariño me preocupaban bastante. Espero que sean manifestaciones, nada más.
	Me quedé acostado boca arriba.
-Vení Romi. Vamos a hacer un 69 “heterodoxo”.
-¿Qué es eso?
-Acostate arriba mío, pero de espalda, con las piernas hacia mi cabeza…, pero antes poneme una almohada…
-¿Me la vas a chupar?
-Claro…, pero cómodamente… ¿qué te parece?
-¡Buenísimo! – Romi se acomodó de acuerdo a mis indicaciones. Se corrió con las piernas abiertas hasta poner su concha junto a mi boca.
-¡Jajaja! ¡Siento tu pija contra mi cabeza! ¿No te peso mucho?
-Para nada. – Justamente, al sacar la lengua, lo primero que encontraba era el clítoris.
-¡Uyyy! ¡Qué piola! ¡Esta bárbaro! ¡Te la sabés todas! – Sentía contra mis mejillas los hermosos muslos de Romina, tan suaves, tan cálidos… 
	Recorría sus labios con la lengua y trataba de introducirla lo más profundamente en la vagina.
-¡Ay papito! ¡Qué rico! ¡Aaaaahhhh!
	Largó un chorro que casi llenó mi boca, y seguí chupando el clítoris. Un segundo chorro llegó a mi boca… Tenía sus piernas en mis manos y sentí como temblaban mientras ...