1. los blanquísimos jamones 7


    Fecha: 01/03/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... habíamos estado juntos, cogiendo como tres horas.
    -Claro. ¡Sería magnífico! ¡Siempre tengo ganas!
    -¡Jajaja! No es por lo que pensás…
    -Bueno, no importa, igual te seduzco… 
    -¡Jajaja! ¿Vamos a cenar?
    -Bueno, como no.
    La pasé a buscar a las cerca de las 8, más o menos, y fuimos para “mi” restaurante, el de las “siestas…” Aunque, últimamente íbamos más a casa.
    -Besos, caricias, y nos sentamos. Pedimos para comer, y antes de que trajeran algo, Araceli me largó: “Romi quiere acostarse con vos.”
    -¿Eso te dijo? - Me hacía el gil…
    -No exactamente. Me dijo que te deseaba y que añoraba los buenos momentos pasados. Bastante claro, ¿no? – Comenzamos a comer. - Además yo sé que al segundo trimestre de embarazo, la mujer se pone muy ansiosa y excitada. La que tiene la pareja en casa no tiene problemas, lo pueden hacer todas los días, pero ella parece estar en cuarentena, y no da más. No me lo dijo así, pero me di cuenta.
    	Eso era cierto. Cuando estaba embarazada mi esposa quería coger a toda hora. ¡Me mataba!
    -¿Y?
    -¿Y vos qué?
    -¿Cómo?
    -Claro, ¿querés acostarte con Romi? – Araceli, como siempre que dice algo que importa, me miraba a los ojos. - Te lo pregunto no porque no sepa que te gustó mucho estar con ella, con las dos. Lo pregunto porque está embarazada y a lo mejor te parece…
    -¿Qué me parece? La vi un par de veces en la obra. Hoy mismo, esta mañana, y está preciosa. La panza le queda bárbara. ¡Le brillan los ojos de una manera! 
    -…¡y tiene el culo más parado que ...
    ... nunca! – Araceli no andaba con vueltas. - No me digás que no te fijaste… ¿eh? ¡Bien que lo notaste!
    -Bueno…, puede ser que esté súper caliente… - Algo tenía que decir.
    -¿Querés o no? ¡Qué no sea por compromiso! – Araceli quería definiciones. - Y Patri está de acuerdo. Quiere que la hagás sentir feliz, que no piense que el estar embarazada es una tortura. ¡Qué no poder tenerte a vos es una tortura! ¡Y no te hagás el exquisito!
    -Pero… mi amor… 
    -¡Jajaja! ¡El papito cariñoso!
    -Esperaré que me llame. No le voy a decir yo…
    -¿Por qué no? La pondrías muy contenta.
    -Está bien. Mañana la llamo. Ahora vamos a casa, ¿te parece? – Habíamos terminado de cenar. -
    ¿Vamos a casa? 
    -No, hoy no puedo, le prometí a mamá dormir en casa. Llevame.
    -Lo lamento. 
    -No lo lamentés. ¡Serás recompensado! 
    -¿Cuándo? 
    -¡Ya verás!
    Al día siguiente llamé a Romi. Toda la comedia con Araceli fue útil. Quedamos encontrarnos a las 7 de la tarde. No en su casa ¡En el hotel de la “siesta”! Elegí la habitación con más espejos, de arriba, de abajo, de los costados… ¡Quería ver a Romi desde todos los ángulos!
    	Apenas entramos, Romi reía y me pedía de todas las maneras posibles… Se notaba que además de excitada, estaba contentísima.
    Le pedí que se ponga de espaldas en el borde de la cama…, cuando dejó de chupármela, luego de bajarme los pantalones. Reía de felicidad. Dejó las piernas fuera de la cama, tal como le dije.
    Me agaché, puse sus piernas sobre mis hombros y practiqué una consistente y prolija ...
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