1. Hermanos mellizos, mamá y papá


    Fecha: 01/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... madre había avanzado en silencio, por detrás de mí, agachándose a un costado de la cama (yo estaba semisentado, a un lado de la misma), y así dirigió su boca a mi órgano sexual, y comenzó a mamármelo.
    
    Instantes más tarde ambas mujeres, mi madre y mi hermana, se encontraban desnudas, ocupando el centro de la cama, con mi padre y yo cada uno a un lado de ellas, acaricándolas y recorriéndoles íntegramente el cuerpo con nuestras manos. El ritmo de las caricias iba en aumento, y así sus gemidos, y poco después las miradas de madre e hija se encontraron, se guiñaron un ojo y se dieron un profundísimo beso en la boca, haciendo chocar sus lenguas con fuerza.
    
    Mi madre se puso en posición de "perrito", mostrándome un culo maravilloso, y me pidió, gimiendo, que la penetrase. Apunté mi pene al centro de su culo, previo habérselo ensalivado bien, y comencé a empujar. Instantes más tarde la había penetrado por completo. Cuando levanté la vista ví que mi padre había hecho exactamente lo mismo con Marisa, y ambas mujeres comenzaron a perder el control, enloquecidas por el placer que les estábamos dando. A los pocos minutos mi madre me hizo detener, y tirarme boca arriba en la cama. Le hizo señas a Marisa, de forma tal de que ella misma se penetrara la vagina con mi pija, que apuntaba hacia el techo, y cuando así lo hubo hecho, mi padre, arrodillado detrás de ella, volvió a penetrarla por el culo. Mientras tanto, mi madre también la penetraba, por la boca y con su lengua. La triple ...
    ... penetración la terminó de volver loca, a mi adorada hermana melliza, que comenzó a derramar pequeñas lágrimas de felicidad, mientras el volumen de sus gemidos seguía en aumento. Así, alcanzó por lo menos cuatro o cinco orgasmos, en no mucho más de diez o quince minutos. Yo ya estaba por acabar, y mi padre lo advirtió, y me hizo señas para que me detuviera, indicando que mi madre todavía no había recibido el mismo tratamiento, y que era justo que ella también gozara de dos pijas al mismo tiempo, y de la atención de todos los demás. Así nos dispusimos a hacerlo, de inmediato, siendo que en esta oportunidad fue mi padre el encargado de la penetración vaginal. De inmediato yo busqué acceder a su culo, y conseguí hacerlo de costado, y la penetré sin contemplaciones, mientras Marisa ponía su lengua entre mi pene y el orificio anal de mi madre, acompañando con su lengua mis entradas y salidas.
    
    No aguanté más, y llené el culo de mi madre con mi leche tibia. Mi padre, en cambio, se retiró de su vagina, y se incorporó al costado de la cama. Mi hermana se lanzó sobre su pene, lo acomodó entre sus grandes tetas, y comenzó a hacerle una deliciosa paja, que concluyó instantes más tarde, cuando mi padre los cubrió con el contenido de sus testículos, que salió disparado de su pija como consecuencia de la enorme excitación que estaba viviendo.
    
    El sol del amanecer nos encontró a los cuatro durmiendo abrazados, y desnudos, sobre la cama. Quedaban por vivir días más calientes, aún ... 
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