1. Hermanos mellizos, mamá y papá


    Fecha: 01/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... asegurar que lo lograron, con total plenitud.
    
    Apenas ingresamos a nuestra habitación, esa noche, Marisa y yo nos pusimos a hablar de lo que había ocurrido durante el día, media hora más tarde estábamos, nuevamente, masturbándonos el uno al otro, y a eso de las dos de la mañana la desnudé sobre la cama, la besé profundamente y me dispuse a penetrarla.
    
    No habían transcurrido mucho más de tres o cuatro minutos, desde que le introduje mi pene en su vagina, ella ya estaba gimiendo en un tono de voz más que audible, cuando escuché un ruido en la puerta de nuestra habitación. Ambos miramos hacia allí, al mismo tiempo, y vimos a nuestros padres, parados junto al marco de la puerta, y siendo testigos del furioso acto sexual que estábamos desarrollando.
    
    Debo confesar que inicialmente me asusté, pues no sabía cómo podrían reaccionar mis padres ante semejante "inmoralidad", Ambos ingresaron, sin palabras, a nuestra habitación, y mi padre se dirigió hacia mi hermana, y se paró al lado de ella. Marisa también estaba asustada (luego me confesaría que tenía miedo de que mi padre le pegase, como cuando era una niña), pero no debió haberlo estado. Mi padre sonrió, le pasó su mano derecha sobre el hombro, y fue bajando lentamente, hasta que se encontró acariciando sus pechos. Yo sentí, de inmediato, cómo mi pija se ponía dura como roca. Eso me hizo distraer, y olvidarme de mi madre, pero ello sólo fue así hasta que sentí su lengua sobre mi pene, lamiéndolo como si de un helado se ...
    ... tratara. Mi madre había avanzado en silencio, por detrás de mí, agachándose a un costado de la cama (yo estaba semisentado, a un lado de la misma), y así dirigió su boca a mi órgano sexual, y comenzó a mamármelo.
    
    Instantes más tarde ambas mujeres, mi madre y mi hermana, se encontraban desnudas, ocupando el centro de la cama, con mi padre y yo cada uno a un lado de ellas, acaricándolas y recorriéndoles íntegramente el cuerpo con nuestras manos. El ritmo de las caricias iba en aumento, y así sus gemidos, y poco después las miradas de madre e hija se encontraron, se guiñaron un ojo y se dieron un profundísimo beso en la boca, haciendo chocar sus lenguas con fuerza.
    
    Mi madre se puso en posición de "perrito", mostrándome un culo maravilloso, y me pidió, gimiendo, que la penetrase. Apunté mi pene al centro de su culo, previo habérselo ensalivado bien, y comencé a empujar. Instantes más tarde la había penetrado por completo. Cuando levanté la vista ví que mi padre había hecho exactamente lo mismo con Marisa, y ambas mujeres comenzaron a perder el control, enloquecidas por el placer que les estábamos dando. A los pocos minutos mi madre me hizo detener, y tirarme boca arriba en la cama. Le hizo señas a Marisa, de forma tal de que ella misma se penetrara la vagina con mi pija, que apuntaba hacia el techo, y cuando así lo hubo hecho, mi padre, arrodillado detrás de ella, volvió a penetrarla por el culo. Mientras tanto, mi madre también la penetraba, por la boca y con su lengua. La ...
«1234...»