1. Rozando la prostitución, me ofrecen ejercer de chapero.


    Fecha: 14/09/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... cosquillas al contacto con la piel de mi pecho. Recorría mi torso con delicadeza, parándose sobre mis pezones, a los que apretó suavemente con sus dedos, haciendo que estos reaccionaran y se empezasen a excitar poniéndose duros.
    
       Yo no decía nada, lo dejaba hacer mientras me estremecía mirándole a la cara viendo como él acariciaba mi torso mirándome a los ojos con cara de lascivia. 
       Siguió desabrochando mi camisa, hasta dejarme con el torso totalmente al descubierto. Pasaba su mano por todo mi pecho y abdomen, parándose sobre uno de mis pezones, al que empezó a pellizcar y retorcer mientras llevaba su boca a mí hombro mordiéndome junto a la base del cuello.
    
       ¡Ohhh! Gemí a la vez que me estremecía poniendo mis manos sobre sus hombros.
       Él al notar como me estremecía, llevó su otra mano a mi cintura, a la vez que apartaba mi camisa y incrementaba sus mordiscos en mi cuello y hombro, haciéndome retorcer de gusto. Siguió bajando con su boca hasta alcanzar mi pezón derecho, El cual empezó a morder y chupar, mmm, que bueno estás, susurraba mientras mordía y chupaba mi pezón derecho y jugaba con sus dedos retorciéndome el otro pezón.
    
        Yo que cada vez estaba más excitado, me retorcía abrazándome a él, notando como mi polla empezaba a ponerse dura, calentándome cada vez más. Aquel cabrón me estaba poniendo a mil, y por encima lo que podía ver era como a Juan ya lo tenían con el pantalón y slip bajado, y le estaban chupando la polla. Lo mismo que estaba ...
    ... haciendo el rubito al anfitrión de la casa, el cabronazo del rubito, le estaba comiendo los huevos estando totalmente desnudo.
    
       Joder, ver aquella orgía y como aquel maduro me acariciaba y mordía el pezón, me estaba excitando. Hasta que noto al otro maduro que hasta entonces solo se había limitado a observar, como se sienta a mi lado, lleva sus manos a mis zapatos, me los quita, y mientras el otro maduro sigue torturándome con su boca y acariciándome con sus manos, este otro empieza a aflojarme el cinturón. Una vez consiguió aflojarlo, empezó a desabrocharme el pantalón, hasta conseguir quitármelo junto al slip.
    
       Dios, no podía creerlo, tenía a un maduro que no dejaba de mordisquearme con su boca y acariciarme con sus grandes y ásperas manos, mientras otro madurito, iba desnudándome, teniéndome ambos allí recostado sobre el sofá.
    
       Una vez ambos me tuvieron desnudo por completo, mientras el maduro que me había desvestido por completo, se sacó su pantalón y calzoncillo, haciendo lo mismo con su camisa, y una vez desnudo, se volvió a sentar a mi costado, llevando mi mano a su verga para que se la agarrara.
    
       Ufff, tremenda polla que tenía el hijo de puta, era una polla bastante gruesa, no era muy grande, pero la cabrona era de muy buen calibre. Aquella verga me iba a destrozar el culo.
    
       Mientras yo acariciaba aquella gruesa polla jugando con mi mano, el maduro que había empezado a meterme mano con aquellas grandes y ásperas manos, empezó a desnudarse, mientras ...
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