1. Rozando la prostitución, me ofrecen ejercer de chapero.


    Fecha: 14/09/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... que 2 dormirían solos, y Juan y yo, lo haríamos en la misma cama. El precio era lo mismo para 4 que para 6, nos cobraban lo mismo, además que era la única habitación que les quedaba, a no ser que quisiéramos habitaciones individuales, pero eso ya nos resultaba mucho más caro. Lo malo era que, si alguno ligaba y quería traer el ligue para la habitación, tendría que estar con todos los demás.
    
       Después de descansar un poco y asearnos, nos fuimos a comer algo, fue a base de hamburguesas, el presupuesto no daba para mucho más. Allí en aquella hamburguesería que quedaba cerca de la discoteca, encontramos a otro gay de nuestra ciudad, La Coruña, Tanto Angel como La fiambres ya lo conocían, por lo que después de presentarnos a Juan y a mí, se nos unió. La verdad es que el chico además de joven como nosotros, era guapo pero guapo de verdad, de buena estatura, y medio rubito. A mí, me caía la baba por estar con él, cosa que a Juan y la fiambres no le pasó desapercibido, por lo que en cuanto tuvieron ocasión, me preguntaron si me gustaba. Les dije la verdad, que me encantaba y moría de ganas por estar con él. A Juan no le importó, pero la fiambres, enseguida me dijo que creía que yo no era del tipo de los que le iban a él; no digo el nombre porque no lo recuerdo, pero en el relato le llamaré rubito, hoy creo saber de quien se trataba, me dio la pista un lector que me escribió desde Suecia, hablando de su padre, que era de La Coruña, que le gustaban los viejos y las pollas gordas, ...
    ... era al parecer el hijo de una importante empresaria de La Coruña, tiene una famosa charcutería, no digo el nombre pero era una empresa muy famosa y conocida; me dijo que al rubito le iban los viejos y de pollas bien gordas. Por lo que aquello me dejaba descartado. Y efectivamente al rubito le gustaban maduros o viejos, y que tuvieran una polla bien pero que bien gorda. 
    
       Después de comer y andar dando vueltas por Vigo, cuando llegó la noche, fuimos a la discoteca, que como dije, creo que se llamaba Rock Hudson. Nada más entrar yo ya quedé alucinado, era la primera vez que entraba a una discoteca gay exclusivamente. Allí solo había hombres, los había de todas las edades y para todo tipo de gustos. Unos bailaban amarrados a otros, otros iban por libre, y alguno que otro morreándose descaradamente sin importarles quien los viera.
    
       La fiambres, al verme la cara de alucine que yo tenía, lo primero que hizo, fue sacarme a bailar, y darme un espectacular morreo delante de todo el mundo.  
       Dios que hijo de puta, me había metido la lengua hasta las amígdalas, dejándome caliente y empalmado como un burro. Joder si hasta veía que todo el mundo me miraba. Además de ser nuevo en la plaza, era joven y bien parecido, y ver como me morreaban y metían mano en medio de la pista, me había puesto en medio del punto de mira de la mayoría de la gente. Durante toda la noche que estuvimos en la discoteca, no pararon de rondarme todo el tiempo.
    
       En un momento de la noche, tanto Juan ...
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