Las Aventuras de mi Hermana con los Perros del Barrio. 2 - Relatos Eróticos

Las Aventuras de mi Hermana con los Perros del Barrio. 2

... exitados y calientes perros que para estas alturas ya traían mas de media Berga fuera de su peluda funda y por cierto se les veía muy gorda y tan gruesa, tanto que la manita de mi hermana no las llegaba a abarcar en su totalidad. Mi hermana alma, como pudo siguió caminando y abriendo la puerta de su recamara, entro y se quito las pantaletas y sentándose a la orilla de su cama en su recamara, se abrió de piernas y el perro mas grande, tomando el liderazgo de perro alfa, atemorizo al otro perro con un fuerte gruñido y acto seguido procedio a dar fuertes lengüetazos en la abierta rajada de mi hermana, ya que, al abrirse de piernas, su rajita se abrió cual timida almeja lista para ser saboreada, despidiendo esta ese olor tan exitante y provocativo, que invitaba a los perros a cogersela. El perro introducia su rugosa y caliente lengua muy dentro del reducido y apretado conducto vaginal de Almita quien al sentir tan gratas y ardientes sensaciones, involuntariamente abria mas sus torneadas, duras y bien formadas piernas, ofreciéndole a aquel perro desconocido para ella su mas preciado tesoro que era muy deseado por los chicos del barrio y por mas de varios viejos sesentones que tambien estaban deseosos de penetrar con sus gorda bergas tan suculento manjar, ahora su ya estimulada vaginita, soltaba abundantes cantidades de olorosos fluidos vaginales que provocaban gran placer y exitacion y que el perro recogia con su caliente lengua y los engullia con tal lujuria que su ya de por ...

... si grueso y muy salido brillante y rolliso pene, también segregaba precum, el lubricante natural que antecede a la penetración y este, invadia el aire con un fuerte olor a sexo y lujuria.Almita estaba muy salida de si, rápidamente se subio a su cama, el perro de un brinco también subio a la cama y quedando Almita en cuatro patas, el perro se posiciono tras de ella y montando a su ya caliente hembra en celo, la sujeto fuertemente de la cintuta y comenzó a tirarle de picotazos con su larga, venuda y gruesa Berga. Almita ya había experimentado la grata y exitante sensación de tener dentro de la vaginita una  gran Berga de perro, asi que se acomodo de tal manera que al quedar su culito paradito, se lo exponía al perro para ser libre y duramente penetrado, debido al tamaño tan pequeño, es decir, a la pequeña estatura de Almita, que, comparada con aquel gran perro, ella quedaba muy por debajo de los embites de Berga que le enviaba el perro, pero el perro ya tenia experiencia en cogerse a sus perras pequeñas, y colocando su enorme cabeza en la espalda de Almita como apoyo y jalando a Almita con sus patas delanteras, la jalo hacia el y la subio de las puras nalgas a una altura adecuada y sabiendo que la tenia en el lugar justo, lanzo una fuerte estocada que fua a dar directo en la ya cerrada y apretada abertura vaginal de Almita y su gruesa, larga, rollisa y venosa Berga se le introdujo a Almita hasta la misma base del enorme nudo que ya traía inchadismo el perro debido al ajetreo ...