Las Aventuras de mi Hermana con los Perros del Barrio. 2 - Relatos Eróticos

Las Aventuras de mi Hermana con los Perros del Barrio. 2

ALMITA DE CAMINO A CASA. (Relato 2)
Habia trancurrido ya un tiempo desde que los perros le metieron una verguiza a mi hermanita Almita, y en ese tiempo, ella crecio hasta la edad en que las niñas empiezan ser mujeres, es decir, andaba en sus primeros días fértiles de su corta vida, andaba ovulando y se sexo despedia un olor de hembra en celo que los perros podían percibir a gran distancia.Despues de pasar el tiempo e quel suceso, su panochita había vuelto a la normalidad, apretadita y chiquita, pero aun conservaba ciertos signos de haber sido penetrada por grandes bergas y ahora traía una cierta inflamación, inflamación que se le notaba al usar vestidos o licras ajustadas a su cuerpo, ya que al cogérsela unos perros bien bergudos, le habían dejado inchadisima su rajadta, ahora, en este tiempo, ella sentía de nuevo cierta comezon que la inquietaba mucho, y es que una vez que probo ser cogida por tan bergudos perros, ya le erea difícil pensar en otra cosa que no fuera el que se la siguieran cogiendo, asi que deseaba de nuevo ser penetrada por los perros del barrio, que en ese tiempo, habían aumentado de población y ahora había muchos de ellos que ella no conocia. Dio la casualidad de que nuestros padres salieron de la ciudad por varios días y como ella y yo teniamos que asistir a la Escuela Primaria en la que ella cursaba ya el sexto grado de Primaria, (ella era un poco malita para la Escuela y reprobaba muy seguido de grado escolar, asi que ya mayorcita aun seguía en el ...

... ultimo grado de Primaria), pues nos fue imposible acompañar a nuestros padres, asi que quedandonos solos en casa, ella podía disponer del tiempo y de la casa para ella solita, mandándome a mi a quedarme en casa de uno de mis amiguitos.
El primer dia en que quedo sola en casa, no durmió con tranquilidad, ya que a lo lejos se escuchaba ladrar a los perros que de seguro ella pensó que andarían tras de alguna perra en celo para poder penetrarla y dejarla preñada, imaginándose a si misma, ser la perra afortunada de recibir en su panochita esas grandes, gordas y jugosas bergas dentro de su canal vaginal y ser inundado por grandes cantidades de mecos que la mayoría de ellos, irían directamente dentro de su útero, el cual por ser ella aun muy paqueña de estatura, fácilmente las enormes bergas de esos perros le atravesarían el cuello uterino para depositar dentro de el los calienten mecos que le inundarían sin remedio sus conductos ovaricos en grandes cantidades.
Sudorosa y jadeante ante sus pensamientos eróticos, Almita por fin se quedo dormida y con la rajadita muy mojada por los flujos vaginales que su panochita expulso ante tan calientes pensamientos
Temprano en la mañana se ducho, se arreglo con su unica faldita tableada del uniforme escolar que ya le quedaba chica y que justo le llegaba mucho muy arriba de las rodillas, de tal forma que, si se agachaba, se le veía el nacimiento de sus muy firmes y bien torneadas nalguitas, no teniendo nada mas que ponerse, se preparo para irse a ...