1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (30)


    Fecha: 24/08/2021, Categorías: Hetero Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... a veces reía.
    
    -¡Loco! Mi bebé loquito, espera ya me los quito yo. -tiraba de la cintura de sus ajustados pantalones, e impaciente metía la mano para agarrarle la verga.
    
    Pablo divertido por mi inquietud dejó de tocarme, para retirarse el pantalón y el bóxer todo a la vez, y sin dejarle ponerse derecho mi mano se apoderó del cetro duro y rotundo de su caliente virilidad. Lo abracé con la mano trémula sintiendo la enorme potencia, calor y suavidad al tacto de mi mano.
    
    -Es majestuoso Pablo, ¡Ayyy! tu rica verga mi amor…
    
    -¿Te gusta?
    
    -Me vuelve loco, y es mía, y de nadie más, la quiero para mi Pablo. -me dejé caer arrodillado y escondí la cara en la frondosa mata de vello pubiano, oliendo con fuerza la intensidad de la fragancia a macho que impregnaba mi olfato. Besé el escroto y coloqué la verga a lo largo de mi cara acariciándome la mejilla con ella. Resultaba más larga que mi rostro y su dureza hacía difícil controlarla como yo quería.
    
    Entonces Pablo me sujetó de los sobacos y me puso de pie a su lado.
    
    -Desnúdate tu también precioso, yo quiero ver tu delicioso culito amor. -rápidamente obedecí y con su ayuda, en menos de un minuto, estaba igual que él.
    
    -¡Joder! Eres divino Ángel. -me abrazó colocando las manos en mis nalgas y elevándome a la vez que me apretaba uniendo nuestras duras pollas, amasaba mis nalgas apretando hasta hacerme daño.
    
    -Voy a cogerte este culito rico bebé.
    
    -Sí Pablo, sí, pero déjame que disfrute tu verga, antes déjame que te la ...
    ... chupe mi vida, muero por tenerla en la boca. -caimos sobre la cama de mala manera, con mi cabeza colgando y Pablo entre mis piernas, separándomelas para llega con la boca hasta el ano y empezar a besarlo y lamerlo.
    
    ¡Ahhhh! ¿Qué me haces? Vas a hacer que me corra y no quiero, aún no. -elevé a cabeza que la tenía colgando fuera de la cama y cerré las piernas atrapándole la cabeza, iba cayendo hacia atrás y mi cabello rozaba el suelo, tuve que aflojar las piernas para evitar caer, y Pablo entonces tiró de mi hasta dejar mi cabeza justo al filo del colchón, saltó de la cama y la rodeó para situarse de pie al lado de mi cabeza.
    
    Me la sujetó con ambas manos como si fuera un balón y su polla quedó a un centímetro de mis labios. Saqué la lengua para llegar a lamerle la punta del glande.
    
    -Abre la boca. -fue una orden algo brusca y forzó a su verga contra mis labios, dirigí la mirada a sus ojos y me miraban divertidos desde arriba.
    
    -Ahora vas a gozar mi polla como deseas. -abrí la boca lo más que pude y Pablo empezó a flexionar las rodillas, logrando que la dura verga se fuera deslizando en mi boca. No era un buen ángulo y bajé ligeramente la cabeza para darle más facilidad y que no me hiciera daño en la traquea. Colocó una mano sobre mi garganta para sentir el deslizar de la larga verga, entrando profundamente hasta que los testículos golpearon en mi frente.
    
    Cerré los ojos y aguanté la respiración todo o que pude hasta que fue sacando la verga de las profundidades de mi ...
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