1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (30)


    Fecha: 24/08/2021, Categorías: Hetero Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... adquiriendo una dureza que denunciado su estado de creciente excitación. Me apartó con cierta brusquedad y puso en marcha el vehículo, pero yo dejé la mano sobre el bulto de su entrepierna.
    
    -Pablo, quiero que me hagas el amor, ¡Oh! La tienes ya tan dura. -su carcajada me cogió desprevenido.
    
    ¿Aquí?, ¿en la carretera? ¡Oh, por Dios!, vamos a tener tiempo cuando terminemos lo que tenemos que hacer. -aparté la mano que me quemaba por el calor que sentía a través de la dura tela del pantalón.
    
    -Vale, como tu quieras. -no volvimos a hablar durante el resto del camino, cada uno ensimismado en sus pensamientos, yo deseando estar desnudo debajo de su cuerpo en una cama caliente, y le miraba por el rabillo del ojo el bulto que lentamente iba deshaciéndose en su entrepierna.
    
    Cuando llegamos Pablo salió rápidamente de la ranchera y dio la vuelta para abrirme a mi la puerta, como estaba contrariado por lo que había sucedido me quedé esperando hasta que me sonrió tendiéndome la mano para que bajara.
    
    -No te enfades Ángel, yo también deseo tenerte y no sabes cuanto. -al descender me abrazó dándome un rápido beso en los labios.
    
    Había varios hombres trabajando en una sala adyacente al comedor del personal de la hacienda, un par de ellos colocaban nuevos puntos de luz en el techo, y dos más mezclaban pinturas en un rincón, todos ellos dirigidos por Eliseo el tío de Pablo.
    
    -Creía que no llegabais. -se detuvo para mirarnos un momento con gesto adusto, y aprovechar para ...
    ... reprocharnos que llegáramos tarde, luego dulcificó el gesto.
    
    -Marcos, con otros hombres están rescatando mesas y sillas en el almacén, será mejor que vayáis y elijas lo que más convenga. -me gustó que tuviera la deferencia de brindarme que fuera yo el que eligiera. Salimos de la sala y me alegré al evitar de esa manera el fuerte olor de las pinturas y el polvo que flotaba en el ambiente.
    
    En una de las naves, que hacían de almacén de maquinaria, útiles del campo para labranza y muebles viejos, Marcos y otros trabajadores armaban alargados tableros sobre patas en forma de tijera, sillas de rejilla con reposabrazos, y varias muchachas lo fregaban retirándoles el polvo y la suciedad que acumulaban por el tiempo que llevaran arrumbados.
    
    Después de saludarnos nos mostró lo que estaban escogiendo y me parecía bien ya que permitía armar una clase como yo quisiera, y rápidamente tracé un plano en la cabeza de como deseaba que fuera. Marcos no me había ofrecido la mano para saludarme, solo me las mostró para que viera que las tenía manchadas al tomar parte activa en los trabajos de selección.
    
    -Os dejamos para que sigáis trabajando, estaremos con don Ernesto si nos necesitas. -Pablo se despedía de esta forma de Marcos.
    
    -Solo necesito que Ángel nos prepare un croquis de como quiere que dispongamos la sala para hacerlo a su gusto. -pensé que Marcos había cambiado bastante, o era yo que lo veía de otra forma, más amable y colaborador, aunque no dejara de dirigirme miradas que lo ...
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