El vestido azul - Relatos Eróticos

El vestido azul

... puestas en el cristal, mis codos apoyados en el petríl, completamente en pompas siendo enrabada por aquel maravilloso tío, sin importar nada mas, fue entonces cuando empezó a gemir en mi oído, soltó dentro de mi culo todo el biberón, sentí como su polla soltaba chorreones dentro de mi uno detrás de otro hasta que se quedo quieto. Entonces la saco, me di la vuelta, mientras que el se vestía yo intentaba colocar el vestido azul, aún flipando por el polvazo que me acaba de propinar. Se acerco me dió un beso y se despidió amablemente mientras que me susurro "trata bien al chaval". No me había dado cuenta, el chico se había venido junto a nosotros, mientras que nos vestíamos. Entonces se cambiaron, mi dependiente se puso en la esquina a vigilar, al tiempo que se colocaba la cincha y el chaval sin dejarme respirar se bajaba los pantalones sin decir nada, creo que no hablaba bien castellano, me puso de rodillas y me soltó su miembro en la cara, uffffffffffffffff. Que barbaridad, este hacia honor a la leyenda, tremenda polla, intente mamarla, pero apenas me cabía la mitad en la boca. No le debió de gustar, porque me levanto con malos modos, me puso mirando para el cristal como había hecho hacia un rato su jefe, pero este apenas sin tocarme, sin lo que se conoce como los preliminares. Se coloco detrás, me bajo las bragas, mi tanga negro, hasta las rodillas, y sin avisar me dio una cornada tremenda, solté un alarido de dolor, el muy cabrón me había hecho daño, empecé a sentir como ...

... me mareaba, tuve que pedirle que parara, la saco también de forma brusca, mientras que yo casi me caía al suelo del dolor. Entonces se acerco el dependiente, hablaron en árabe, pero no hace falta saber idiomas como para entender que le estaba reprochando el mayor al joven lo que me había hecho. Entonces se acercó de nuevo el chaval, me ayudo a levantarme, me pregunto si estaba mejor, le dije que si, me pregunto que si quería seguir, yo le conteste que si lo hacia mas suave claro que si. Me volvió a poner mirando para el escaparate, entonces me penetró, esta vez con suavidad, comenzó a moverse, cada vez a mayor velocidad, yo comencé a gemir como una perra, me estaba gustando y mucho, ahora me tenia toda hermosa polla clavada, pero se movía con cariño, yo sudaba, tenia unos escalofríos tremendos, mi piel con los pelos de escarpias, me corrí otra vez sin tocarme la polla, el chaval estaba faenándose bien, lo escuchaba gemir en mi cogote, disfrutaba con mi culo y yo con su tremendo miembro, entonces me susurro, "quieres que me corra dentro", yo estaba como una moto, a tope de adrenalina, le dije "si la quiero toda", el echo mano a mi polla y empezó a tocarme, después de veinte minutos dándome por el culo sin compasión, ¿te vas a correr?, me preguntó, y le dije claro cariño contigo venga menéamela, pero no me puede aguantar, apenas me la toco, me corrí como una puta. Al poco comenzó a jadear al tiempo que me decía " me corro, me corro", se quedo quieto mientras que me sacaba su ...