1. El vestido azul


    Fecha: 09/08/2021, Categorías: Anal Sexo Interracial Transexuales Autor: locacross, Fuente: xHamster

    ... me sentía cada vez mas sexy, con más ganas de darme un homenaje con el dependiente, pero era plena tarde, yo no acostumbro a salir a la calle así vestida, y menos de día. Me senté en el balcón, era una primera planta, la cercanía a la tienda hacia perfecto contacto visual con todo cuanto acontecía, esperé a ver que pasaba, pasaba gente por la calle y me miraba, me sentía mujer, y además con ganas de un buen tío. Cuando llevaba allí un rato, me levante y fui al baño, y me puse a maquillarme, pensé en bajar a la calle y dar un paseo por delante de la tienda a ver que pasaba. Pero me daba pánico salir, volví al balcón, y entonces vi al dependiente, apostado en la puerta, mirando fijamente a mi balcón, sentí un sudor frio por mi espalda, no sabia que hacer, me puse muy nerviosa, pero me quede allí sin moverme, aguantado la mirada del dependiente. Pasó un rato, la tarde ya caía, entonces me liberé un poco, me levantaba, me paseaba, bajo la atenta mirada de mi deseado moro, yo fantaseaba en mi cabeza, bajo cruzo la calle, lo saludo, entramos en la tienda, me pone mirando a Cuenca.... Pero no me atrevía, el caso es que se empezó hacer tarde, llevaba al menos dos horas vestida y maquillada, dando vueltas en la habitación y exhibiéndome como una zorra, entonces pude ver como empezaban a cerrar la tienda. Y aún no lo se como pero me levante, y baje a la calle, había sido fácil, solo faltaba cruzar la calle y a ver que pasaba. Llegue a la puerta de la tienda justo cuando mi deseado ...
    ... dependiente salía a cerrar la persiana, pensé, "y ahora que digo". No hizo falta, me agarro por la mano, y me dijo "ven". Entramos en un pasillo del centro comercial, a ambos lados había tiendas cerradas ya por fin de temporada, me llevo a un rincón, a un pasillo sin salida, en el que había un escaparate con un buen petríl, de una tienda cerrada. Había poca luz, la suficiente, estaba super nerviosa, entonces el me cogío de un abrazo con una mano en cada nalga, y me susurró, "relájate, déjate hacer". Le hice caso, me sometió a un extraordinario sobao de nalgas, ya había metido sus manos por debajo del vestido azul y me magreaba sin tregua uno y otro cachete del culo, mientras me morreaba hasta la campanilla, solo sacaba la lengua para respirar, mientras me comía el cuello suavemente, me acariciaba detrás de mi oreja con su nariz mientras que me babeaba todo mi cuello. Yo estaba alucinando, aquello no podía ser, jamás pensé cuando crucé la calle que me encontraría en semejante situación. Tras un buen rato así, me pidió que le diera una mamada, sin preguntar, me agache y me puse de cunclillas con mi boca a la altura de su bragueta. Le solté su cinturón, una correa ancha de cuero natural envejecido por el uso, le desabroche el pantalón y se lo baje, quedándome frente a su miembro. No era el tamaño que mi mente retorcida había imaginado, pero era una bonita polla, circundada, y rasurada. Comencé a comer, estaba húmeda, sentí en mi paladar ese sabor amargo y pegajoso de una polla casi ...
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