1. Pequeñas Viciosas: Natalia


    Fecha: 23/07/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Seloquehashecho, Fuente: CuentoRelatos

    ... llamó Borja y le contó que tenía una entrada para el Madrid−Valencia de dentro de dos sábados, que se había enterado que le gustaría ir y la había conseguido. Con esta noticia a la morena se le borró de la cabeza decirle cualquier cosa al chico y decidió seguir igual al menos durante un tiempo.
    
    El fin de semana volvieron a salir, pero esta vez en plan más tranquilo, el chico la invitó a cenar y al cine, estaba un poco más pegajoso y tocón que de costumbre, pero Natalia se lo permitía porque le convenía, incluso en el cine le pasó la mano por encima de la ropa por sus pechos y el interior de sus piernas, muy cerca de su coñito, y le dio un par de morreos. Borja se iba creciendo ante la permisividad de la chica. De hecho, se creció tanto, que ya a altas horas, cuando la llevaba a su casa después del cine. Paró el coche en una esquina oscura, varias calles antes de la casa de Natalia y volvió a meterle mano y comerle la boca mientras ella se dejaba hacer.
    
    Estuvieron así un rato hasta que Borja paró y con un movimiento rápido, desabrochó sus pantalones y se sacó la polla ya dura, ante la sorpresa de la chica. Una polla normalita y con el prepucio que cubría el glande.
    
    B: —Natalia vamos a hacerlo, mira como de cachondo me tienes hoy que me has dejado hacerte más cosas.
    
    Si lo llego a saber, no te dejo, es lo que pensó la morena. Que pensaba rápidamente para decir algo que la librara de aquello. Y dijo lo primero que se le ocurrió.
    
    N: —Borja... yo es que no sé lo ...
    ... que te habrán contado de mi... pero no soy ninguna fresca. Soy virgen. —Era una mentira muy gorda lo que Natalia le estaba soltando al chico. De hecho, a estas alturas y con otro chico, ella probablemente estaría encima de la polla botando como loca, como ya había hecho muchas veces. Pero lo dijo con tanto convencimiento, que el chico la creyó.
    
    B: —Joder no era mi intención ofenderte Natalia, no quería insinuar nada de eso solo que mira como estoy... pero bueno. —Decía mientras se disponía a guardarse la polla en los pantalones otra vez.
    
    A Natalia lo cierto es que le dio algo de pena el chico y por qué no decirlo también, no se podía resistir a una polla, era ver una polla dura y es como si una fuerza invisible superior a ella la obligara a hacer algo para que volviera su estado normal. Así que, sin poder evitarlo, llevó su mano hasta el muslo de Borja.
    
    N: —Espera, haremos algo, pero prométeme que no le dirás nada a nadie.
    
    El chico no acertó a decir palabra, sólo asintió con la cabeza. Ella rápidamente llevo su mano hasta la rígida verga de él y con tranquilidad y mirándole, comenzó a pajearlo. Natalia sabía hacerlo muy bien, ni mucho menos era al primero que pajeaba, había hecho muchas pajas, tenía experiencia y eso se notaba, aunque ella lo intentaba disimular preguntándole de vez en cuando a Borja si lo estaba haciendo bien. El chico se limitaba a decir que sí bajito entre suspiros de placer.
    
    La chica era una maestra haciendo pajas, le tenía agarrada la polla ...
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