1. Eva y su familia


    Fecha: 09/06/2021, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el coño a Eva, que estaba sentada en una de las mesas de patio. Mi mirada se cruzó con la de Eva. Nos sonreímos. Cómo habían cambiado las cosas para ella en 24 horas. Kristy se corrió. Yo todavía no lo había hecho.
    
    -Quiero follarme tus tetas- l e dije. Ella obedeció, bajó de la mesa, se sentó en una silla. Y de pie frente a ella situé mi polla entre sus tetas. Ella se las cogió y las apretó estrujando mi polla. Empecé a follárselas. Estaba a punto de correrme cuando de repente escuché la voz de Judith.
    
    -Mamá quiero su leche.-Dijo con voz inocente. Era la primera vez que escuchaba su voz. Su madre le sonrió, se soltó las tetas. Yo paré mi movimiento y no sabía muy bien qué hacer. La madre se levantó, acarició a su hija y salió a patio a llamar a los demás:
    
    -Venid, Judith va a follar.
    
    Todos acudieron a la llamada. Estaban expectantes. Cogía Judith de la mano y me la llevé al sofá. La familia se sentó también donde pudieran ver sin perder detalle. Yo sentado y ella de pie comencé a desnudarla. Ella se dejaba hacer. La dejé en ropa interior. Ya usaba sujetador, se lo quité. Tenía unas preciosas tetitas jóvenes, blanquitas y de pezón rosa. Le quité las braguitas y pude descubrir su chochito apenas peludo. El poco vello púbico que tenía era rubio como el de Sara.
    
    -¿Por qué no te tocas el chochito para que todos te veamos? – Le dije con malicia. A lo que ella respondió.
    
    -No quiero hacerme una paja. Cuando me quiero hacer una paja no necesito a nadie. Lo que ...
    ... quiero es que me folles y que te corras en mi cara.- Me recriminó la pequeña. Al principio me sorprendió la reacción, pero luego reí con toda la familia. Así que la senté sobre mí y fui introduciendo lentamente mi polla en su chocho. Ella se dejó caer sin miramientos y mi polla entró hasta el fondo.
    
    -No te preocupes, me meto el consolador de mi madre siempre que puedo. No me haces daño. – Dijo para mi sorpresa. Empezó a cabalgarme como una loca. Noté como se corría. Cuando acabó de hacerlo yo ya no podías más.
    
    -Me voy a correr.- Dije yo. A lo que ella reaccionó quitándose de encima y arrodillándose frente a mi con la boca abierta. Me corrí abundantemente sobre su cara. Los chorros que cayeron sobre su boca fueron tragados de inmediato. Con su lengua buscaba restos alrededor de sus labios. Todos aplaudieron y felicitaron a la pequeña. En vista de su ansia de semen Eva se acercó y comenzó a lamer todas las manchas de su cara guardando la leche a la boca. Después la besó descargando su contenido en la boca de su hermana. Sin mediar palabra Judith se dirigió a su padre, agarró su polla y empezó a mamarla. El padre no tardó en correrse en su cara también. Esta vez fue Sara quien le ayudó a recoger hasta la última gota de semen.
    
    Fue una noche memorable a la que siguieron otras muchas. Al cabo de un tiempo se convirtió en rutinario follar entre nosotros, por lo que recurríamos a invitar a algún amigo o amiga a una de nuestras fiestas. Al final acabamos contratando putas, putos, ...