1. Manuela (11)


    Fecha: 03/05/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... fuerte ("sí, sí; ¡qué dura está!, no pares, sigue") mientras el movimiento que me empuja hacia atrás me indica que su marido la está enculando con ganas ("qué bien tener dos pollas, ¡no pareís!, vamos, vamos").
    
    Varios gemidos seguidos de fuertes contracciones son la señal del orgasmo de Rosa, que se desliza hasta uno de los sofás cuando Cosme sale de ella segundos después y alguien libera sus manos. Sin dejarme ver qué pasa Milí toma el lugar de mi ex, se introduce el pene semierecto (o quizás sea mejor decir semicaído) y comienza a comerme la boca con verdadera fiereza. Rosa ha encendido las velas de uno de los candelabros ("quiero verte gozar, Luis") y eso me permite ver la escena completa: todos estamos desnudos, Cosme está sentado mientras su mujer le masturba suavemente; el joven marinero está arrodillado a cuatro patas aguantando las lentas embestidas del rabo de Jorge y la cocinera comienza a restregarse con un lento movimiento arriba-abajo contra la parte trasera de mi cuerpo, chupando y mordisqueando mis orejas con gran suavidad y haciéndome sentir su mata de vello rizado que parece un bosque.
    
    La actuación de la cocinerita me ha empalmado de nuevo y me excitan sobremanera los golpecitos y restregones que da con ...
    ... su peludo monte de Venus en mi culo; la belga gordita se ha puesto muy contenta con mi rabo tieso y no deja de moverse adelante-atrás y en círculos al mismo tiempo que juega a apretar, arañar y mordisquear mis pezones. Voy a durar poco, en especial porque Milí está ya pegándome un movimiento de metesaca de órdago y la cocinera hace lo propio; me parece estar en una excitante coctelera y tanto me mueven que me corro dando un grito largo y fuerte ("aaayyyyyyyyy"). Intento sentarme, pero como no me sueltan las manos sigo en pie emparedado por las dos mujeres que se restriegan y aprietan contra mi cuerpo (mi polla se bajó ya hace unos minutos) como dos posesas buscando su satisfacción. La joven da un pequeño respingo acompañado de varios suspiros y se corre durante largo rato (creo que es la primera vez que satisfago a una titi con mi culo) mientras que la belga madurita se separa de mí y termina acariciando su clítoris a una velocidad de vértigo hasta que se desploma sobre uno de los sofás. Los aplausos de los espectadores subrayan que ya hemos terminado todos.
    
    Hemos tenido que volver a puerto urgentemente ante el rápido empeoramiento de la mar, la lluvia cada vez más copiosa y fría y el acusado descenso de las temperaturas. 
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