1. Orgia canina


    Fecha: 08/04/2021, Categorías: Zoofilia Autor: danzoo101, Fuente: SexoSinTabues

    ... plantel de perros es muy numeroso, Carlos me dijo que escogió para mi solita a cinco sementales, pura raza. Tres eran pastores alemanes, un doberman y un rotwailer. Los perros mas cogedores de toda la fuerza policial. Lo que vamos a hacer es hacerlos pasar de a uno, que cada uno se saque las ganas contigo. La verdad es que parecía que estaba soñando, en cuatro patas, toda sucia, me saqué previamente la ropa interior, quedando absolutamente desnuda. Carlos abrió la primera de las jaulas, y asomó un hermoso pastor alemán, mas grande que Belfort y mas brillante. ¡Este es Paco! me dijo Carlos, ¡es el macho preferido del plantel y tiene mas de ochenta hijos!. El perro se me vino encima, me olfateó la cara y luego la concha. Empezó a agitar rápidamente la cola, y entre sus patas asomó una pija impresionante de grande. Como gran experto, me montó, sujetándome de la cintura con sus patas delanteras y clavandomé esa estaca en lo profundo de mi concha. Paco me cogía como un endemoniado, sintiendo cada milímetro de su verga. Podía sentir el sonido del chapoteo de su verga en mi concha encharcada de jugos y sangre de mi regla. De pronto, aumentó sus embates y me ensartó su bulbo. Se detuvo, sentí la pulsación de su verga derramando esperma caliente en mi concha y quiso retirarse. No pudo hacerlo: estábamos abotonados. Gocé como una loca, aullando de placer y gozo. Paco con mucha habilidad, cruzó su pata trasera izquierda por sobre mis glúteos, y quedamos culo con culo, pegados como los ...
    ... perros. Estuvimos unos quince minutos así, derramando leche en mi vagina profunda. Los orgasmos me venían uno tras otro, perdiendo la cuenta de cuantos tuve. Se despegó de mi, pude ver su pija gorda, jugosa, chorreando jugos, semen de perro y sangre de mi menstruación. Mi concha estaba inundada, y quería mas pija. ¡Mándame el que sigue! - le imploré a Carlos. Paco volvió a su jaula, y no bien estuvo dentro, Carlos soltó a Gedeón, un enorme pastor alemán, más grande que Paco. Este no tuvo compasión alguna, pues de un solo tirón se trepó encima y como si fuera su perra favorita me clavó su verga en la concha que hacia minutos estaba en poder de Paco. Bombeó como una bestia feroz. Sentí en mi espalda su jadeo caliente, además gemía de placer. Podía sentir su tranca perforándome e inundando de jugos. Se bajó unos instantes, pude ver que tenía toda la verga fuera de su capuchón, y sin dudarlo me di vuelta para mamársela. Saboree la pija, degusté de sus jugos, al tiempo que por sobre mi culo, con su lengua rugosa, lamía mi orto y olfateaba el afrodisíaco de perra en celo. Se movió y nuevamente me montó, y de una buena vez me la metió en lo profundo de mi ser. Bombeo y bombeo, me puso el bulbo dentro y latiendo y derramando su semen, se puso culo con culo, quedando nuevamente abotonada. Estuve así unos pocos minutos, porque era tal la dilatación de mi concha que el abotonamiento solo duraba algunos instantes. Salió como una sopapa, y chorreando jugos, semen y sangre, el agradecido ...
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