1. Ya soy el puto del equipo (XVI)


    Fecha: 26/12/2020, Categorías: Masturbación Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... porque me dejas actuar ante los demás como si no fuéramos nada, pero cuando otro te folla sufro y pienso si te harán mucho daño.
    
    — Pero, Abelardo, nadie me hace más daño físico que tú y yo cada vez te amo más…
    
    — Doro, tú siempre dices que donde hay dolor, hay amor, solo yo quiero producirte dolor y amor y amarte con pasión, no quiero que los demás te hagan más dolor que yo para que no les ames más que a mí.
    
    — Me parece que tergiversas la filosofía del dolor y el amor, tampoco es así, pero acaba de vestirte que hoy vamos a cenar al pueblo.
    
    — ¿Qué me pongo, Doro?
    
    — Algo que te haga llamar la atención para lucirme yo, que no te voy a soltar de mi mano.
    
    Cada uno se fue a vestir con quien quería salir. Yo con Abelardo y Mauricio con Leoncio, Santi y Frasquito son inseparables y lo mismo Canales y Martín. Abelardo se escogió una camiseta fosforescente rosa, sin mangas, pero cerrada hasta casi la axila, pantalón corto fosforescente verde, zapatillas blancas sin medias. Yo me puse lo que me gusta más, fosforescente en amarillo la camiseta sin mangas y muy sesgada y short vaquero, el más corto y ceñido, zapatillas rojas sin medias. Pasó Frasquito y me dijo que iba a darme un toque en la cara, acepté y me puso sombra en los ojos y carmín rosado en los labios, en la cara me puso una base transparente y un poco de no sé qué de un spray que hacía puntos brillantes. Abelardo le pidió otro «toque» y le hizo algo similar. Al salir todos de casa me di cuenta que ...
    ... Frasquito nos había arreglado a todos, muy guapos, sin exceso de afeminamiento, pero nos iban a tomar por locos. Fuimos al pueblo a cenar y fuimos la expectación. Pero de eso se trataba.
    
    La cerveza corrió a raudales y lo mismo los platos de pescaditos y marisco, porque hicimos una cena de picoteo y picamos de casi todo lo que había. Paseamos un poco por la población, pero había poco ambiente y nos fuimos a la zona del puerto para luego caminar paseando por el paseo marítimo hasta casa. Por el camino estaban proponiendo si continuábamos o hacíamos otra cosa. Entonces les propuse hacer una Eiffel 69 de dos pisos. Y expliqué que dos harían el 69 sobre la plataforma, otros dos detrás de ellos y de cara tal como lo habíamos hecho, otros dos subirían a sentarse sobre los hombres poniéndose de espaldas entre sí y de cara al que está de pie, si se apoyaban con la espalda pesarían menos y los de pie podrían lamerles la polla, y los otros dos a apoyar a los que estaban de pie para que follaran y mamaran sin doblarse, a la vez que podrían recibir un gusto por el culo para la pareja que les apoyaba. No acababan de entender, pero eso de estar haciendo todos algo les gustó.
    
    Abelardo me captó y dijo:
    
    — Hacemos un sorteo y cada quien va a donde le corresponda, todos van a tener algo de gusto.
    
    Cuando llegamos, lo primero fue como siempre, ropa fuera que hacía calor. Y sentarnos en la sala, para conversar mientras Abelardo preparaba el sorteo que sería cosa sencilla, según dijo. 
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